Doblones de oro iluminados por los tibios rayos del sol bajo el agua.
Doblones de oro en el fondo del mar.

Hallan un tesoro español de hace tres siglos frente a Florida con monedas de oro, plata y joyas

Los barcos transportaban riquezas extraídas del Nuevo Mundo destinadas a robustecer las finanzas de España

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Una empresa estadounidense especializada en la búsqueda y recuperación de tesoros históricos, 1715 Treasure Fleet, ha descubierto un impresionante botín valorado en un millón de dólares justo frente a la costa de Florida.

Se trata de más de 1.000 monedas de plata, cinco de oro y diferentes artefactos raros, procedentes de un naufragio español ocurrido hace 310 años.

El hallazgo, realizado durante la temporada de salvamento de verano de este año 2025, representa uno de los descubrimientos más importantes de los últimos años en la llamada “Costa del Tesoro”.

Según el comunicado oficial de la compañía, los objetos fueron localizados a escasa profundidad bajo la arena, en la que permanecieron intactos durante más de tres siglos.

“Cada moneda es un pedazo de historia, un vínculo tangible con las personas que vivieron, trabajaron y navegaron durante la Edad de Oro del Imperio Español”, indicaba Sal Guttuso, director de operaciones de 1715 Treasure Fleet.

“Encontrar mil de ellas en una sola recuperación es raro y extraordinario”, explicó.

Las monedas, conocidas como “piezas de a ocho”, fueron acuñadas en países como México, Perú y Bolivia durante la época colonial. Muchas conservan aún las fechas y marcas originales que indican el taller donde fueron elaboradas, lo que las hace de un auténtico tesoro arqueológico.

Los especialistas creen que el conjunto formaba parte de un cofre o cargamento que se dispersó durante un huracán de 1715, cuando una flota española naufragó en la habitual ruta de La Habana a Sevilla.

Los barcos transportaban riquezas extraídas del Nuevo Mundo destinadas a robustecer las finanzas de España, que por entonces salía de una larga guerra de doce años.

No obstante la tormenta convirtió esa travesía en una tragedia marítima que costó la vida a cientos de personas y provocó la pérdida de unos 400 millones de dólares en oro, plata y joyas, según algunas estimaciones históricas.

La "Costa del Tesoro" de Florida

El lugar del hallazgo se encuentra en un sector del Atlántico conocido popularmente como la "Costa del Tesoro" de Florida, una franja donde aún se desarrollan operaciones arqueológicas bajo estrictas normas estatales.

Cada nuevo descubrimiento ayuda a reconstruir la Historia humana y comercial de la flota del año 1715, una de las más legendarias del Imperio Español.

Los artefactos recuperados serán sometidos a procesos de conservación y catalogación antes de ser exhibidos en museos locales de Florida, en el que se espera que el público pueda apreciar las piezas originales junto a información contextual sobre su procedencia y significado histórico.

La historia de los galeones españoles hundidos inspiró durante siglos leyendas sobre fortunas perdidas. Pero ninguna tan real y épica como la del "Nuestra Señora de Atocha", el navío "maldito" que se convirtió en el sueño imposible del cazador de tesoros Mel Fisher.

En el año 1622, este galeón partió de Cuba hacia España cargado con unas 40 toneladas de oro y plata, además de joyas y esmeraldas colombianas. Pero un poderoso huracán azotó la flota cerca de los Cayos de Florida, hundiendo el Atocha y llevándose consigo su inmenso tesoro.

Tres siglos más tarde, en la década de 1960, Mel Fisher inició una búsqueda obsesiva que se prolongó durante 16 años. Se enfrentó tormentas, litigios legales y tragedias personales —como fue la pérdida de su hijo y su nuera—, pero jamás abandonó su lema que era “Today’s the day!” (“¡Hoy es el día!”).

El 20 de julio de 1985, su perseverancia dio fruto y el esperanzado equipo de Fisher localizó el “arrecife de plata”, el núcleo del naufragio del Atocha. De las profundidades del mar emergieron miles de monedas, lingotes sellados con el emblema de la Corona y joyas de enorme valor, incalculable.

Este hallazgo no solo cambió la historia de la arqueología subacuática, también demostró que las leyendas sobre tesoros perdidos del Imperio Español podían hacerse realidad.