
Mujeres gaditanas con historia

Desde la más antigua Gades, donde las Puellaegaditanae ya llevaban la música en sus venas, hasta las hermanas López Segovia que expanden su gracia y su arte interpretativo por toda España, llegando incluso a cruzar fronteras. Y es que Cádiz, además de la cuna de la libertad, también ha sido cuna para mujeres que han marcado historia.
En el siglo XVIII nos topamos con Beatriz Cienfuegos, escritora y editora de La pensadora gaditana, la primera publicación de carácter periódico hecha por mujeres y dirigida a un público exclusivamente femenino. Plantó sus pies en el periodismo, un mundo de hombres que se alarga casi hasta nuestros días. Llegó a escribir: “yo señores gozo de la suerte de ser hija de Cádiz: bastante he dicho ya para poder hablar sin vergüenza. Mis padres […] me enseñaron el manejo de los libros y el buen gusto por las letras”.
Rosario Cepeda no es sólo el nombre de una calle como bien saben. Escritora y poetisa gaditana (1756-1816). Con sólo 12 añitos tradujo obras clásicas como Anacreonte. El Ayuntamiento llegó a nombrarla regidora honoraria. Ana Carvia Bernal, (1865) fue también escritora, librepensadora, masona y activista feminista... ¡Todo eso hace casi tres siglos!
Rita la Cantaora, bulerías y Jerez de la mano. Nació a mediados del siglo XIX y desarrolló su carrera artística por los cafés madrileños. Un siglo más tarde seguían llegando cantaoras que llevaban el sur por bandera: La Perla de Cádiz, admirada por Camarón; Lola Flores, sobran las palabras; la Paquera de Jerez, del barrio de San Miguel, y Rocío Jurado, la más grande, entre muchísimas otras.
María Silva Cruz, La Libertaria. Hija de campesinos, sin acceso a los estudios pero con dos ovarios bien puestos. Detenida en los sucesos de Casas Viejas (1933) a sus 16 años. Se convirtió en un icono del anarquismo.
Y en la actualidad hay un sinfín de nombres de gaditanas que siguen engordando la lista: Niña Pastori, Leo Power, Esther Arroyo, Sara Baras, Anne Hidalgo, Mercedes Carbonell, y un largo etcétera. Y por supuesto todas aquellas que sin que su nombre ni apellidos suenen ponen su empeño cada día en seguir hacia adelante.