Vea Murguía: los hermanos que merecieron tener una calle en Cádiz

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Me encuentro hoy en una de esas estrechitas calles que hacen las delicias de cualquier guiri. Una de ésas que van a parar a esa maravilla llamada Alameda Apodaca. Ubicada en los alrededores de la iglesia del Carmen, hoy me hallo en Vea Murguía con una pregunta: ¿por qué se llama así?

Para empezar y como podrán imaginar no siempre respondió a ese nombre. En 1646 se conocía como “Capitán Pedro Fernández de Céspedes” aunque con el tiempo y con lo ahorrativos que somos aquí con el lenguaje, se quedaría en “Céspedes”. Tras llamarse “Marzal” pasa a denominarse “Luna” en nombre del defensor de los fueros de Aragón frente a Felipe II en 1591.

Es en 1909 cuando la calle pasa a llamarse “Vea Murguía”. ¿Por qué? Unos hermanos tienen la respuesta: Juan, Miguel, Alejandro y Basilia son los Vea Murguía, familia a la que Cádiz estará eternamente agradecida por su creación el 18 de mayo de 1888 de la Factoría Naval Gaditana que aunque solo dura hasta octubre de ese mismo año tras la atribución por parte del gobierno de la construcción de varios buques a Bilbao, los hermanos Vea Murguía deciden seguir apostando por su ambicioso proyecto poniendo nada más y nada menos que un millón de pesetas.

Así llegamos a julio de 1891. Nos situamos en la por entonces llamada Punta de Vaca donde tiene lugar la factoría y en cuya inauguración se bota el remolcador Nuestra Señora del Rosario. Durante los primeros años tienen lugar varias construcciones hasta que el 7 de octubre de 1897 la familia Noriega y Noriega entran en la sociedad y los hermanos Vea Murguía pasan a ser socios minoritarios.

Sin embargo esto no les quitará méritos a los hermanos para doce años después ver como una de las calles del casco antiguo llevan su apellido.