El Pleno de los diez minutos

A las 9:30 horas, el alcalde de Cádiz, José María González, abría por primera vez en su mandato la sesión plenaria. A las 9:40 horas la cerraba. Diez minutos. Exactos. Ni uno más. Ese tiempo duró el Pleno de organización. Ese intervalo bastó para que se retiraran desde el punto dos al nueve, ambos incluidos. Lo anunció primero el portavoz del PP, Ignacio Romaní. Lo repitió el líder socialista, Fran González: "No existen los cauces necesarios para el diálogo". El martes, los socialistas ya habían entregado un documento escrito a la Secretaría General del Ayuntamiento donde expuso los mismos motivos. Hoy lo ratificaba en voz alta.
Y sin cauces necesarios para el diálogo, hubo un amago de debate. Que quedó en eso: un intento. José María González concedió la palabra a cada uno de los grupos. Ciudadanos, en la misma línea que los anteriores pero más cortés, indicó que habían fallado las formas, aunque agradeció esa predisposición para sentarse a hablar. Todos exigieron responsabilidad al regidor. Y el regidor también. "Vamos a seguir con el diálogo, vamos a tender puentes, porque mientras aquí exigimos, afuera hay una ciudad que espera", expresó Kichi. Todos miraban para otro lado. Nadie se sintió aludido. La "responsabilidad" hoy pertenecía a los demás.
Por último, Martín Vila, socio en el Gobierno como teniente de alcalde, recordó a los populares que durante sus 20 años "las negociaciones eran inexistentes. Sólo existía el rodillo". Rechazó esa herencia. Tendió la mano. Se levantó la sesión. Habían pasado diez minutos. Nunca en tan poco tiempo había ocurrido tanto.