Pegatina del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos en una de las puertas de la finca de Javier de Burgos 19 de Cádiz. Foto: José Luis Porquicho Prada.
Pegatina del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz colocada en la puerta de una vivienda de la capital. Foto: José Luis Porquicho Prada.

Acusan al BBVA y a un fondo buitre de intentar desahuciar en Cádiz a una familia que vive con una pensión de invalidez

El Sindicato de Inquilinas denuncia que el BBVA y el fondo Divarian pretenden ejecutar el lanzamiento de Juan Antonio y Marisol, después de que él sufriera un accidente laboral en 2013

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El Sindicato de Inquilinas de Cádiz ha denunciado públicamente que el BBVA y el fondo buitre Divarian, perteneciente al grupo financiero Cerberus, pretenden desahuciar a una familia gaditana que lleva 22 años viviendo en su hogar, en la calle Matrona Modesta Calvo, de la capital.

El lanzamiento está fijado para el miércoles 26 de noviembre a las 8:00 de la mañana, según detalla la organización, que responsabiliza al banco y a su fondo de “acoso inmobiliario” y “falta de voluntad de negociación”.

“Se trata de otra historia más de la crisis de vivienda en Cádiz, donde las familias trabajadoras son empujadas fuera de sus hogares mientras las entidades financieras y los fondos de inversión hacen negocio con la especulación”, señala el colectivo en su comunicado.

Juan Antonio y Marisol viven en esta vivienda desde comienzos de los años 2000, una casa que pertenecía a su familia desde los años 80 del pasado siglo. En 2002, firmaron una hipoteca con el BBVA, pero su situación cambió drásticamente en 2013, cuando Juan Antonio sufrió un accidente laboral en el sector de la construcción que lo dejó con una pensión reducida.

“Desde entonces la familia empezó a pagar solo una parte de la cuota mensual. Tenían dos opciones: comer o pagar la hipoteca completa”, explica el Sindicato. A pesar de seguir abonando lo que podían, el BBVA se negó a aceptar los pagos parciales y, en 2016, presentó una demanda de ejecución hipotecaria.

Dos años después, el banco transfirió la propiedad del inmueble a Divarian, su sociedad de gestión de activos inmobiliarios creada junto al fondo estadounidense Cerberus, especializado en la compra masiva de viviendas y préstamos impagados.

Acusan al BBVA y a un fondo buitre de intentar desahuciar en Cádiz a una familia que vive con una pensión de invalidez

Cartel de la convocatoria del Sindicato de Inquilinas para frenar este desahucio.

Desde entonces, la familia denuncia presiones constantes, llamadas en horarios inadecuados y visitas de supuestos representantes del fondo “invitando” a abandonar la vivienda. “El BBVA y Divarian son la misma cosa. El primero se desentiende, y el segundo ejecuta con frialdad el desahucio”, lamenta el Sindicato.

El Sindicato de Inquilinas de Cádiz explica que esta práctica es cada vez más habitual: los bancos venden sus carteras hipotecarias a fondos de inversión —los llamados fondos buitre— que se dedican a presionar a las familias para recuperar o revender las propiedades.

“Es una forma de limpiar balances y traspasar la responsabilidad a empresas que operan sin escrúpulos. En este caso, hablamos de un fondo participado por el propio BBVA”, denuncia la organización.

Divarian, gestionada por Cerberus, ha adquirido en los últimos años miles de viviendas en toda España. En Cádiz, colectivos sociales aseguran que ya ha protagonizado varios procedimientos de desahucio, especialmente en barrios populares con rentas bajas y viviendas heredadas.

El Sindicato pide una negociación y un alquiler digno

El colectivo ha iniciado una campaña de presión pública para exigir a las entidades una negociación con la familia que permita mantener la vivienda mediante un alquiler asequible.

“El BBVA y Divarian todavía pueden detener este desahucio. Lo que no pueden hacer es entregar otra vivienda gaditana a las garras de la especulación”, sostiene el comunicado.

La organización también convoca a la ciudadanía gaditana a apoyar las acciones que se llevarán a cabo en las próximas semanas, antes del lanzamiento.
El objetivo: parar el desalojo y visibilizar el impacto de la especulación inmobiliaria sobre las familias trabajadoras.

“Cádiz no se vende”

Desde el Sindicato subrayan que este caso no es aislado, sino un reflejo de un problema más amplio que afecta a toda la ciudad. “Mientras las instituciones miran para otro lado, los especuladores campan a sus anchas. Solo la organización popular y la solidaridad vecinal pueden defender nuestro derecho a la vivienda”, concluyen.

“Cádiz no se vende, y los fondos buitre no tendrán cabida en nuestros barrios”, remarcan desde la entidad.