Desarticulado en Cádiz un grupo de ciberdelincuentes con seis detenidos hasta el momento

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La Policía Nacional ha desarticulado en Cádiz un grupo criminal especializado en estafar con datos bancarios para comprar artículos de electrónica de alta gama, concretando generalmente su recogida exprés -en menos de 30 minutos- para evitar ser descubiertos. Por el momento hay seis detenidos, todos naturales de Cádiz y con edades comprendidas entre los 19 y los 26 años. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.

Los detenidos hasta ahora, todos ellos de Cádiz capital, llevaban un alto nivel de vida pese a no tener ingresos acreditados. Utilizaban vehículos de alta gama y realizaban pagos en zonas de ocio nocturno de hasta 1.360 euros en menos de un minuto. Asimismo, alquilaban en ocasiones embarcaciones, motos acuáticas y eran asiduos a fiestas VIP.

Los detalles de la denominada Operación Pando se han dado a conocer en una rueda de prensa en la que ha participado el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, y el comisario provincial de Cádiz, Santos Bernal junto a responsables de la investigación, desarrollada por la Unidad de Delitos Tecnológicos. Según han destacado, en la provincia de Cádiz se han desarrollado en lo que va de año 30 operaciones en materia delitos tecnológicos con un balance de 2.300 personas relacionadas con los hechos.

La Operación Pando se inició al detectar un incremento de los delitos en este ámbito con unas características determinadas, entre las que destacaba el contacto a través de páginas de segunda mano en internet para conseguir, mediante engaños, datos de las víctimas que luego utilizaban para retirar dinero de los cajeros de la capital gaditana.

Esa primera fase derivó en diferentes registros domiciliarios, la incautación de material informático, dinero en efectivo y la puesta a disposición judicial de los supuestos implicados.

Posteriormente, la investigación se centró en la identificación de un grupo de personas que enviaban mensajes de texto tipo sms con enlaces maliciosos para obtener los datos de las víctimas, o bien se hacían pasar por operadores de empleados de una entidad bancaria solicitando datos de cuentas y tarjetas, así como de otros datos que utilizaban para hacer compras fraudulentas usurpando la identidad de las víctimas.

Los responsables tenían una estructura perfectamente jerarquizada, con roles repartidos. Así, unos obtenían los datos y realizaban compras online, otros retiraban los productos, mientras que otros realizaban las funciones de conducción y transporte de la mercancía.

Los responsables de la investigación han explicado que solían adquirir productos de alta tecnología a través de compras online en la modalidad de recogida exprés, con lo que las compras eran retiradas de los establecimientos en 30 minutos, en algunos casos antes de que a las víctimas de las estafas les hubiera dado tiempo de colgar el teléfono a sus presuntos estafadores.

Colaboración de los comerciales

Uno de los establecimientos en los que se realizaban estas compras online detectó indicios de que la compra podría ser fraudulenta. Cuando trataba de acreditar la identidad de la persona que retiraba la compra, un trabajador resultó lesionado a causa de un forcejeo con el sospechoso y supuesto cabecilla de la trama, quien logró huir en moto junto a otro de los implicados.

Los investigadores recabaron datos y lograron identificar a los sospechosos, procediendo a la detención de seis personas, dos de las cuales se encuentran en prisión preventiva. Cabe señalar que el presunto cabecilla contaba con antecedentes por estafa, blanqueo y pertenencia a organización criminal.

Se realizaron, además, diferentes registros domiciliarios con la consiguiente incautación de material informático que está siendo analizado. No obstante, como han apuntado los investigadores, la mayoría de las operaciones fraudulentas las realizaban a través de su terminal móvil.

Hasta el momento se han esclarecido 150 estafas que alcanzan los 40.000 euros, las cuales se habrían cometido en apenas 15 días. La investigación continúa abierta, lo que hace prever la identificación de nuevas víctimas, nuevas estafas y el aumento del número de detenidos.