Dos lanchas verdes de la Guardia Civil realizando maniobras.
Patrulleras de la Guardia Civil implicadas en la persecución.

Detenidos cuatro narcos tras un espectacular operativo frente a Chipiona con 1.700 kilos de hachís

Así fue la operación que abortó un alijo de 1.700 kilos de hachís en la costa de Cádiz

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La Guardia Civil ha logrado frustrar un importante intento de introducción de 1.700 kilos de hachís con vía de entrada por la costa de Chipiona, en una operación que combinó medios marítimos y aéreos del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE).

El dispositivo culminó con la detención de cuatro personas y la incautación de una potente embarcación de tipo semirrígida de alta velocidad utilizada para el transporte de la droga.

El operativo comenzó cuando los agentes del SIVE detectaron una embarcación navegando de forma sospechosa al oeste de la costa chipionera.

La nave, que se dirigía hacia tierra firme, fue localizada gracias a los sistemas de radar y vigilancia térmica, lo que hizo sospechar que podría tratarse de un intento de narcotransporte desde la costa africana.

De inmediato, se activó un dispositivo coordinado que involucró a dos patrulleras del Servicio Marítimo Provincial de Cádiz y un helicóptero de la Unidad Aérea teniendo base en Rota.

Desde el aire, los agentes confirmaron que la embarcación transportaba diferentes fardos de arpillera y petacas de combustible, un indicio claro de que se trataba de un cargamento de droga.

Durante la persecución, los agentes comprobaron que la embarcación sospechosa contaba con el apoyo de otras dos lanchas rápidas, que se unieron a la maniobra con el objetivo de poder entorpecer la acción policial y distraer la atención de los efectivos.

Estas embarcaciones vacías realizaron movimientos de distracción y trataron de bloquear el paso de las patrulleras, entre tanto la principal intentaba escapar a toda velocidad.

Intento de huida de los narcotraficantes en Chipiona

Pese a las maniobras evasivas, la coordinación entre los medios marítimos y aéreos permitió interceptar la lancha principal, de 14 metros de eslora y cuatro potentes motores de una potencia de 350 caballos, en plena maniobra de huida.

En su interior se hallaron numerosos fardos que sumaban un peso total -aproximadamente- de 1.700 kilogramos de hachís, listos para ser desembarcados en la costa gaditana.

Los cuatro tripulantes de la embarcación fueron detenidos en el acto y puestos a disposición judicial acusados de delito contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.

La operación supuso un golpe significativo a las redes de narcotráfico que operan en el Golfo de Cádiz, una zona considerada de tipo estratégico por las organizaciones dedicadas al transporte de droga desde el norte de África hacia España.

Pocas horas después de la intervención principal, los sistemas de vigilancia del SIVE volvieron a detectar movimientos que resultaban sospechosos, esta vez en las inmediaciones de la playa de Aguadulce, en Rota.

Agentes desplazados hasta la zona observaron a varias personas manipulando garrafas de combustible junto a la orilla, que eran posiblemente destinadas a abastecer otras embarcaciones rápidas.

Al percatarse de la presencia policial, los sospechosos huyeron del lugar, dejando tras de sí 114 petacas de combustible y una embarcación neumática abandonada, en cuyo interior se encontraron otras 10 garrafas adicionales.

Los agentes lograron abortar el repostaje e incautar el material, que habría servido para continuar con las distintas operaciones de narcotráfico en la zona.

El dispositivo, desarrollado de forma conjunta por el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), el Servicio Marítimo Provincial de Cádiz y la Unidad Aérea con base en Rota, vuelve a poner de relevancia la eficacia de la cooperación entre medios tecnológicos y humanos en la lucha contra el narcotráfico.

Según fuentes del instituto armado, la combinación de radar, vigilancia aérea y patrullaje marítimo es fundamental para frenar las rutas empleadas por los narcos para introducir droga en las costas andaluzas.

Esta nueva operación se enmarca dentro de las actuaciones permanentes que la Guardia Civil mantiene en la lucha contra el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar y la Bahía de Cádiz, en la que las organizaciones criminales utilizan embarcaciones cada vez más rápidas y sofisticadas.

Debido al refuerzo de la vigilancia costera y a la coordinación entre unidades, el cuerpo ha logrado asestar varios golpes importantes a las redes dedicadas al tráfico de hachís en los últimos meses.