
El PSOE exige la reapertura inmediata de la sala de espera de la UCI del Hospital Puerta del Mar de Cádiz
La sala clausurada se remonta en existencia a varios años antes de la crisis sanitaria, estaba diseñada para acoger a, aproximadamente, 50 personas

Desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en el año 2020, una de las instalaciones que resulta más necesarias para el acompañamiento de los pacientes en estado crítico en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz se mantiene cerrada.
Es la sala de espera de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), un punto que, según denuncia el concejal del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Cádiz, Manuel Márquez, “ha sido suprimido sin ofrecer alternativa alguna” para los familiares que deben afrontar, por espacio de horas o incluso días, situaciones de extrema angustia y ansiedad.
La denuncia pública del PSOE pone el foco en una decisión que consideran “inaceptable” pues se trata de un recurso fundamental para el apoyo emocional y logístico de los allegados de los pacientes ingresados en estado calificado de grave.
El cierre de este espacio, según explica Márquez, se justificó en un primer momento atendiendo a una medida de contención frente a la pandemia. Pero cinco años después, y con la situación sanitaria normalizada, el espacio está totalmente inoperativo para el uso que tenía antes de marzo de 2020.
El edil socialista criticó duramente que, en lugar de recuperar la función original de la sala, la zona se ha convertido en despachos y dependencias administrativas lo cual “refleja una absoluta falta de sensibilidad por parte del actual gobierno autonómico del Partido Popular, que gestiona el sistema de salud pública andaluz”.
Márquez afirma que se ha priorizado la ampliación de áreas administrativas frente a la atención humana dentro de un contexto tan delicado como el que rodea a una UCI.
Un espacio esencial para la humanización del sistema sanitario en Cádiz
La sala clausurada se remonta en existencia a varios años antes de la crisis sanitaria, estaba diseñada para acoger a, aproximadamente, 50 personas. Disponía de sillones, taquillas para guardar pertenencias y otros servicios básicos como duchas.
Este entorno, de carácter discreto y funcional, facilitaba a las familias sobrellevar mejor los periodos de espera así como de incertidumbre mientras sus seres queridos eran tratados en cuidados intensivos “no son lujos, sino componentes esenciales para una atención sanitaria verdaderamente humanizada”.
Conforme con los estándares promovidos por distintas instituciones sanitarias nacionales e internacionales, la humanización de los espacios hospitalarios es un factor clave para mejorar la calidad del sistema de salud.
Este tipo de salas de espera destinadas a acompañantes de pacientes críticos están consideradas como puntos neurálgicos del cuidado indirecto. Su función trasciendo al mero descanso pues dan refugio, privacidad, y un entorno desde el que poder recibir información médica de forma más digna y tranquila.
Márquez señaló que la clausura del espacio supone un retroceso respecto a la atención centrada en las personas así como también de una muestra clara del “desmantelamiento progresivo de la sanidad pública andaluza que está llevando a cabo el Partido Popular”.
Situaciones límite que van desde dormir en los coches o en las escaleras
La repercusión de esta decisión administrativa es que “hay familiares que, ante la ausencia de esta sala, se ven obligados a pasar la noche en las escaleras del hospital, o incluso a dormir en sus coches mientras esperan noticias sobre el estado de salud de sus seres queridos”.
Desde el PSOE insisten en que el compromiso con una sanidad pública de calidad sin medirse únicamente en camas hospitalarias o quirófanos, sino también en la forma en que se cuida a quienes rodean a los pacientes en una clara crítica al modelo de gestión sanitaria del Gobierno de la Junta de Andalucía.
En los últimos años, han sido múltiples las voces que avisaban sobre recortes, externalizaciones de servicios y falta de inversión en atención primaria, salud mental y recursos hospitalarios.
Manuel Márquez finalizó indicando que no cejará en su empeño de denunciar lo que consideran un deterioro paulatino de la calidad asistencial. “Vamos a seguir luchando por una sanidad donde los pacientes y sus familias sean tratados con humanidad. No vamos a permitir que sigan erosionando los pilares de nuestro sistema público. Y mucho menos, que lo hagan en silencio”.