
La procesión de la Virgen de los Remedios cerró las fiestas patronales de Chiclana
La Patrona de la ciudad recorrió las calles del centro arropada por miles de fieles y visitantes tras una intensa jornada de actos religiosos y populares

La jornada de ayer 8 de septiembre volvió a teñirse de tradición y fervor en Chiclana con la multitudinaria procesión de la Virgen de los Remedios, Patrona de la localidad, que puso el broche de oro a varios días de celebraciones que han llenado de vida y devoción las calles de la ciudad.
Como cada año, la cita congregó a una multitud que acompañó a la imagen en su recorrido por el centro, cargado de fervor y entre aplausos, oraciones y muestras de cariño.
Desde primeras horas de la tarde, numerosas personas se acercaron a las inmediaciones de la iglesia a fin de asegurarse un buen lugar desde el que ver la salida de la Virgen.
Puntualmente, al caer la tarde, el cortejo comenzó a avanzar por las calles principales del centro histórico, según el itinerario marcado, todo ello envuelto en el sonido de marchas procesionales y el olor a incienso.
La imagen de Nuestra Señora de los Remedios lucía espléndida sobre su paso, adornado con flores blancas y las velas que iluminaban el camino. Junto a ella desfilaba una amplia representación de autoridades municipales e, igualmente, miembros de hermandades y cofradías locales.
La procesión dejo una escena, cargada de solemnidad, que no restó espacio a la emoción espontánea de vecinos y vecinas así como de visitantes, que siguieron el recorrido entre vítores y plegarias.
La ofrenda floral, uno de los momentos más emotivos en Chiclana
Horas antes, la ciudad había vivido otro de los actos más esperados de las fiestas patronales como es la tradicional ofrenda floral a la Patrona.
Desde la mañana, cientos de personas se acercaron con ramos y centros de flores para depositarlos o ofrecerlos a los pies de la Virgen. Familias, asociaciones y hermandades participaron en este gesto que, año tras año, se convierte en todo un símbolo de tradición.
La jornada había comenzado con la Función Principal de los cultos, celebrada en honor a la Virgen de los Remedios en la iglesia mayor. La ceremonia tuvo la asistencia de representantes religiosos y civiles, estando todo marcado por una gran participación de fieles, que fue una constante.
El templo se llenó hasta la última bancada, confirmando el particular y gran arraigo de la devoción a la Virgen de los Remedios en el municipio.
Con la procesión de la tarde, se daba por concluido un programa de fiesta que ha incluido también otros actos de gran simbolismo para la ciudad.
Entre ellos destacó la pisa de la uva y la bendición del mosto, celebradas en la noche del domingo, que tienen la misión de recordar la gran importancia histórica de la viticultura en la comarca.
Estos ritos, junto con la ofrenda floral y la procesión final, forman parte de un calendario que logra reunir a generaciones enteras en torno a la Patrona de Chiclana en el que la devoción no tiene edad.
El fervor religioso se mezcla con el ambiente festivo, creando una atmósfera única que, cada septiembre, viene a reforzar el vínculo entre tradición y comunidad.
El recorrido procesional se prolongó durante varias horas, dejando estampas inolvidables en las calles del centro en el que las fachadas engalanadas, los balcones repletos de vecinos y la música de las bandas completaron un ambiente que convertía la ciudad en un escenario vivo de fe y celebración popular.
La llegada de la Virgen de nuevo a su templo, entre vítores y aplausos, marcó el final de la jornada y de las fiestas patronales. Con ello, Chiclana despidió unos días intensos en los que tradición, religión y fiesta se dieron la mano, confirmando la vitalidad de unas celebraciones que cada año renuevan su fuerza.