Sede del rectorado de la Universidad de Cádiz.
Sede del rectorado de la Universidad de Cádiz. Foto: José Luis Porquicho Prada.

La UCA rechaza las acusaciones de los sindicatos y defiende su “transparencia y cumplimiento legal” en el conflicto de limpieza

La universidad asegura que su actuación se ha guiado por la “responsabilidad y el respeto al marco laboral vigente”

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La Universidad de Cádiz (UCA) ha rechazado este viernes las acusaciones vertidas por los sindicatos Autonomía Obrera y CCOO del Hábitat en relación con el conflicto que mantiene el colectivo de trabajadoras del servicio de limpieza.

La institución universitaria asegura que “su actuación se ha guiado siempre por los principios de transparencia, responsabilidad y estricto cumplimiento del marco legal y laboral vigente”.

El comunicado llega después de varios días de declaraciones cruzadas entre la universidad y los sindicatos, que acusan al rectorado de “mentir a la comunidad universitaria”, “intentar manipular la información” y “criminalizar” las movilizaciones del personal de limpieza, que cumple más de un mes de protestas y mantiene un encierro en la Facultad de Filosofía y Letras desde el lunes 27 de octubre.

Desde la UCA se subraya que el comunicado institucional difundido esta semana tenía como objetivo “informar a la comunidad universitaria sobre las condiciones laborales del personal de limpieza, actualmente vigentes, con independencia desde cuándo”, y que dichas condiciones “constituyen derechos consolidados y mejoran lo establecido en el convenio colectivo, sin merma de retribuciones”.

En la misma línea, la universidad explica que su intención fue “aclarar la naturaleza del proceso de licitación y las competencias de cada parte implicada”, después de que los sindicatos criticaran que el nuevo pliego de limpieza se redacta “sin transparencia ni participación del colectivo”.

El rectorado insiste en que el futuro pliego de licitación, que se hará público en los próximos días, “incorpora medidas destinadas a reforzar la calidad del servicio de limpieza y, con ello, a mejorar las condiciones laborales del personal”.

Entre ellas, menciona la cobertura de bajas y jubilaciones, la flexibilidad horaria y la ampliación de los periodos de contratación de los fijos discontinuos. “Son medidas orientadas a mejorar la organización y garantizar la continuidad del servicio”, sostienen desde la institución.

Competencias y negociación

La UCA recuerda además que cualquier mejora económica adicional o incremento salarial “no puede ser asumido por la universidad” y deberá ser negociado entre el Comité de Empresa y la empresa adjudicataria del servicio, actualmente Itelymp S.L.

“Las mejoras laborales por encima del convenio deben acordarse entre las partes con competencia directa en la contratación”, señala la institución, que insiste en que “la universidad actúa en todo momento conforme al marco legal y a los principios de sostenibilidad presupuestaria”.

En este sentido, el comunicado recalca que “la universidad no tiene legitimación para negociar salarios ni condiciones laborales con personal externo”, aunque afirma mantener “el máximo respeto y reconocimiento al trabajo que desempeña el personal de limpieza en los distintos campus”.

Más de un mes de conflicto

El enfrentamiento entre la universidad y el colectivo de trabajadoras del servicio de limpieza se prolonga ya más de un mes. Las protestas comenzaron tras conocerse la anulación del anterior pliego de condiciones por parte del Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía (TARCJA), que obligó a reiniciar el proceso de licitación.

Desde entonces, las trabajadoras, apoyadas por los sindicatos Autonomía Obrera y CCOO del Hábitat, reclaman participar en la redacción del nuevo pliego, denuncian recortes de horas y despidos, y exigen una revisión salarial que equipare sus sueldos a los de otras universidades andaluzas.

Las concentraciones se han sucedido durante semanas en los distintos campus de la UCA y, desde el pasado lunes, mantienen un encierro indefinido en la Facultad de Filosofía y Letras. El conflicto alcanzó un nuevo punto de tensión este viernes, cuando la universidad solicitó presencia policial durante una protesta pacífica frente al despacho de la gerente, un gesto que Autonomía Obrera ha calificado de “clasista” y “vergonzoso”.

En su respuesta, la Universidad de Cádiz insiste en que mantiene su disposición al diálogo, “siempre dentro del marco legal y de las competencias que le corresponden”, y apela a la “responsabilidad de todas las partes” para normalizar la situación.

“La UCA seguirá actuando con transparencia y respeto, garantizando que la actividad académica, investigadora y administrativa se desarrolle con normalidad y bajo las condiciones de seguridad y salubridad exigibles”, concluye el comunicado.