Tamara, Lorena y Khaoula en la concentración con pancartas explicando sus casos
Tamara, Lorena y Khaoula, tres rostros del drama de la vivienda en Cádiz. Foto: Eulogio García

“No tenemos dónde ir”: tres mujeres le ponen rostro al drama de la vivienda en Cádiz

La Apdha escenifica ante el Ayuntamiento de Cádiz el drama de la vivienda con tres mujeres afectadas

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La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha querido poner rostro este jueves al drama de la vivienda en Cádiz. Tres mujeres, con historias distintas pero un mismo problema, alzaron la voz frente a la falta de soluciones de las administraciones.

La concentración ha tenido lugar esta mañana del lunes 14 de julio en la puerta del Ayuntamiento de Cádiz. Allí, Khaoula Ben Kassem, Lorena y Tamara Manzano compartieron públicamente su situación, marcada por la precariedad y el abandono institucional. En la entrada del Consistorio, con la mirada fija y las lágrimas en los ojos, relataron sus vivencias para denunciar que siguen sin alternativa habitacional y que sus hijos son los principales perjudicados.

Lágrimas, emoción y mucha impotencia en su pelea es lo que han trasmitido estas tres mujeres con cuyos casos la Apdha quiere personalizar el drama de la vivienda en Cádiz. Pero son tres casos de una realidad cada vez más extendida.

Una casa que se cae: la vida de Khaoula entre miedos y promesas rotas

Khaoula Ben Kassem atiende a los medios en la concentración de hoy.

Khaoula Ben Kassem atiende a los medios en la concentración de hoy. Foto: Eulogio García.

Khaoula Ben Kassem vive con sus cuatro hijos en una vivienda que ni el Ayuntamiento niega que está en condiciones extremas. La han llamado “la casa de los terrores”, y no es una exageración. “El suelo está hundido, los techos agrietados… vivo con miedo constante a que se nos caiga algo encima mientras dormimos”, relata. Hace años que pide una vivienda digna, pero las instituciones solo le ofrecen respuestas vagas y aplazamientos.

“Tuve que desmontar mi cama porque temía que el techo se viniera abajo sobre mí. Cada noche es una preocupación. Cada ruido me asusta. Vivo con el alma en vilo por mis hijos”, cuenta. En una de las inspecciones, técnicos reconocieron el peligro, pero nadie ha movido ficha. Sareb llegó a proponerle una vivienda en San Fernando. “Eran dos habitaciones para una familia de seis. No es una solución, es otra forma de excluirnos”.

“Nos sentimos atrapados. Seguimos esperando, y mientras tanto, el miedo y la incertidumbre son parte de nuestra rutina. Mis hijos merecen vivir sin ese pánico constante a que el techo se les caiga encima”, dice con rabia contenida.

Desahuciada por sorpresa: el calvario de Lorena tras un error administrativo

Lorena ha contado su situación entre lágrimas.

Lorena ha contado su situación entre lágrimas. Foto: Eulogio García.

Lorena Peña lo perdió todo sin previo aviso. Estaba en un alquiler gestionado por Procasa con una ayuda pública que, señala sin explicaciones previas, el Ayuntamiento dejó de pagar. “Me llegó una carta del abogado del dueño diciendo que debía dinero. Yo no entendía nada. Nadie me avisó, nadie me explicó. Fui a servicios sociales y me dijeron que era porque mi marido había empezado a trabajar”, relata entre sollozos.

El 9 de mayo tuvo juicio. El 26, ya no tenía casa. “Tuve que dejar el piso con lo puesto. Desde entonces duermo con mi pareja en un trastero. Allí no hay cama, no hay espacio, no hay dignidad”, cuenta. Lo más duro, dice, es no estar con sus hijos. “Mi niño pequeño me pide que nos vayamos todos a la calle pero juntos. Mi hija de 13 años sufre ansiedad. Y yo... yo ya no puedo más”.

Lorena ha intentado volver a pedir ayuda, pero se encuentra con más esperas. “Solicité una cita urgente con servicios sociales y me la dieron para septiembre. ¿Cómo se supone que sobrevivo hasta entonces? ¿Dónde están las soluciones? No quiero que me regalen nada, solo que me dejen vivir con mis hijos en paz”.

Sin hogar, sin hijas: Tamara, de casa en casa desde el 6 de junio

Tamara Manzano, con su pancarta, en la concentración ante el Ayuntamiento.

Tamara Manzano, con su pancarta, en la concentración ante el Ayuntamiento. Foto: Eulogio García.

Tamara Manzano fue expulsada del albergue municipal el pasado 6 de junio. Desde entonces no tiene un techo fijo. “Voy rotando entre casas de familiares y amigas. Unos días duermo en casa de mi madre, otros en casa de una amiga, a veces en la de mi abuela. Pero no tengo un lugar al que llamar hogar”, explica. Esta situación ha provocado lo que más le duele: estar separada de sus hijas.

“Mis niñas están con su padre. Las veo, claro, pero no puedo dormir con ellas, no puedo hacer vida con ellas. Llevamos todo el verano sin una noche juntas. Y eso me está rompiendo por dentro”, dice con la voz quebrada. Está inscrita como demandante de vivienda en Procasa, le dicen que está bien posicionada, pero no le ofrecen nada. “Solo quiero una oportunidad. Un sitio donde poder estar con mis hijas, donde puedan dormir tranquilas. No estoy pidiendo un lujo, solo un mínimo de humanidad”.

Intentó recurrir por vía judicial, pero el caso se archivó. “Ahora solo me queda esperar. Y mientras espero, sigo separada de lo que más quiero en el mundo”.

“Esto no son tres casos aislados”: la Apdha exige vivienda pública urgente en Cádiz

“No tenemos dónde ir”: tres mujeres le ponen rostro al drama de la vivienda en Cádiz

Los casos de Tamara, Lorena y Khaoula sirven para personificar el drama de la vivienda en Cádiz. Foto: Eulogio García.

Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) advierten que lo vivido por Khaoula, Lorena y Tamara no es una excepción. “Esto no es más que una muestra de lo que hay en Cádiz. No son tres casos aislados, hay muchísimos más. La vivienda es el problema más grave que tiene esta ciudad”, denuncian.

La organización insiste en que Cádiz necesita con urgencia vivienda pública destinada al alquiler social. “Aquí los sueldos son bajos, la juventud se está yendo y con ella desaparecen los servicios. Cádiz se está quedando en una ciudad escaparate, un parque temático, donde vivir es un lujo inasumible para muchas familias”, afirman.

Además de acompañar a las afectadas, APDHA está señalando solares donde podrían levantarse viviendas sociales. “Los promotores solo piensan en renta libre. Pero Cádiz no necesita más pisos caros, necesita hogares para sus vecinos. No podemos seguir permitiendo vulneraciones de derechos humanos como estas”.

También critican la falta de respuesta institucional. “El alcalde dice ser el más social de la historia de Cádiz, pero no lo está demostrando. No se ha construido ninguna vivienda nueva desde que llegó. Las personas sin hogar siguen siendo expulsadas de la calle sin alternativas. Y esto no es política partidista: es defensa de los derechos humanos. Y vamos a seguir luchando hasta las últimas consecuencias”.