
Operación en el Guadalquivir, tres lanchas incautadas y un detenido en una noche de máxima tensión en Cádiz
El Servicio Marítimo Provincial interviene tres embarcaciones y contabiliza más de 200.000 litros de combustible

Durante la pasada madrugada, el Servicio Marítimo Provincial de Cádiz ha protagonizado una nueva operación contra las redes de narcologistica que actúan en el litoral andaluz.
En esta ocasión, los agentes han interceptado una embarcación de alta velocidad (EAV) equipada con cuatro motores en la zona de la desembocadura del río Guadalquivir, una de las rutas más utilizadas por las organizaciones que se dedican al tráfico de drogas y combustible en la provincia.
La detección se produjo gracias al Servicio de Vigilancia Exterior (SIVE), que localizó la lancha y activó todo el dispositivo marítimo de persecución. Al percatarse de la presencia de la patrullera de la Guardia Civil, los tripulantes optaron por huir a tierra, abandonando la EAV en la zona costera.
Con posterioridad la embarcación fue incautada y trasladada al puerto deportivo de Chipiona, donde se encuentra bajo custodia a la espera de inspección técnica.
Esta actuación se suma a otras dos intervenciones realizadas en las últimas horas dentro del marco de la lucha contra las redes de abastecimiento logístico del narcotráfico.
La primera de ellas tuvo lugar en Sanlúcar de Barrameda, donde los agentes intervinieron una embarcación recreativa que estaba ocultando 35 petacas de combustible en su interior.
La segunda operación se desarrolló pasadas las seis de la mañana en la zona del río San Pedro, donde se localizó una lancha panelable que transportaba igualmente 187 garrafas de gasolina.
En este último caso, la embarcación presentaba un grave riesgo de hundimiento y podía provocar daños de tipo medioambiental debido a la cantidad de combustible a bordo.
En el transcurso de la intervención, la Guardia Civil detuvo a una persona, contando con la colaboración del personal de vigilancia privada de Navantia, cuya cooperación fue decisiva para la localización del bote.
Según datos facilitados por la Comandancia de Cádiz, desde principios de año se han incautado 9.792 petacas de combustible, esto viene a equivaler a un total de 244.800 litros.
Estas cifras reflejan la intensidad de la ofensiva contra el fenómeno del petaqueo, que se ha convertido en un eslabón básico dentro del entramado logístico del narcotráfico en el Estrecho y la costa gaditana.
La Guardia Civil ha recordado a la ciudadanía que desde 2018 las embarcaciones de alta velocidad están consideradas género prohibido, dado su uso frecuente en actividades ilícitas.
Se hace un llamamiento a los vecinos de comunicar cualquier avistamiento de este tipo de naves al teléfono 062, operativo las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Qué son las lanchas rápidas y cómo operan en el “petaqueo”
Las embarcaciones de alta velocidad son lanchas potentes, que están todas equipadas con varios motores fueraborda, diseñadas para alcanzar velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora sobre el mar.
Si bien en su origen se utilizaban para fines deportivos o recreativos, en los últimos años han sido adaptadas por las organizaciones dedicadas al narcotráfico para transportar fardos de droga o abastecer a otras lanchas en alta mar.
Dentro de este contexto, el término “petaqueo” hace referencia a la actividad de transportar combustible —que es normalmente gasolina almacenada en garrafas o “petacas”— para repostar las lanchas rápidas que operan en las rutas del narcotráfico.
Estas operaciones se realizan en puntos estratégicos de la costa o en mar abierto, y son fundamentales para mantener la movilidad de las embarcaciones que trasladan droga entre Marruecos y las costas andaluzas.
El petaqueo supone un riesgo elevado tanto para el medio ambiente como para la seguridad en el mar. Las embarcaciones implicadas suelen navegar sobrecargadas, con escasas medidas de seguridad y en condiciones que pueden provocar incidentes como incendios o hundimientos.
Igualmente su actividad no solo alimenta la infraestructura del narcotráfico, sino que también representa una amenaza directa para los ecosistemas marinos y las comunidades costeras.