Ubicación de los tres terremotos registrados en menos de 24 horas en el Golfo de Cádiz. Fuente: IGN.
Ubicación de los tres terremotos registrados en menos de 24 horas en el Golfo de Cádiz. Fuente: IGN.

Registrados dos terremotos esta madrugada del 8 de noviembre en el Golfo de Cádiz

En menos de 24 horas se han registrado tres seísmos en la misma zona, el más intenso de magnitud 3.0

Actualizado:

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha confirmado que durante la madrugada de este sábado, 8 de noviembre, se han registrado dos terremotos consecutivos en el Golfo de Cádiz, una zona de alta sensibilidad sísmica por su ubicación geológica.

Los movimientos se produjeron con pocas horas de diferencia y fueron detectados por las estaciones sísmicas del IGN sin causar daños ni ser sentidos en superficie y suponen el tercero en menos de 24 horas en la misma zona

El primero de los temblores, de magnitud 3.0, fue el más intenso de la serie y se localizó en una zona del Golfo de Cádiz situada a medio camino entre la desembocadura del Guadalquivir y el Estrecho de Gibraltar. Se produjo a las 01:29 horas con una profundidad de 19 kilómetros, lo que indica un origen moderadamente superficial dentro del contexto submarino. Este tipo de eventos suelen detectarse claramente por los sismógrafos aunque rara vez llegan a sentirse en superficie, sobre todo cuando ocurren lejos de la línea de costa.

El segundo movimiento de la madrugada, ocurrido a las 05:22 h, fue más débil —magnitud 1.6— y se originó a unos 35 kilómetros de profundidad, en un punto muy próximo al del seísmo anterior. La diferencia en la magnitud y en la profundidad sugiere que ambos temblores podrían estar relacionados, respondiendo a un pequeño reajuste de la misma estructura tectónica en el fondo marino.

El tercero de los sismos, registrado ya en la noche anterior, a las 00:08 horas del viernes 7, presentó una magnitud de 2.1 mbLg y una profundidad de 37 kilómetros. Aunque de menor magnitud, su localización casi coincidente con los posteriores lo sitúa dentro del mismo enjambre sísmico o secuencia de liberación de energía que el IGN ha registrado en las últimas 24 horas.

En todos los casos, los hipocentros se situaron bajo el lecho marino, lejos de núcleos habitados, lo que explica la ausencia de percepción o de llamadas al 112. El temblor principal, de magnitud 3.0, ocurrió a unos 115 kilómetros de Sanlúcar de Barrameda y 125 de la capital gaditana, aproximadamente a 52 kilómetros del cabo de Santa María, en Faro (Portugal).

El sismo más reciente, de magnitud 1.6, se localizó a unos 113 kilómetros de Cádiz y 102 de Sanlúcar, mientras que el primero de la serie, el del viernes 7, se originó a distancias similares —en torno a 115 kilómetros de Cádiz y 50 de la costa del Algarve.

Registrados dos terremotos esta madrugada del 8 de noviembre en el Golfo de Cádiz

El área donde se han producido los tres movimientos pertenece a una de las zonas sísmicamente más activas del suroeste peninsular, donde la placa africana y la euroasiática se aproximan lentamente generando una deformación continua.

Estos pequeños terremotos son habituales y no implican un riesgo elevado, aunque sí forman parte de la vigilancia constante que mantienen los técnicos del IGN para seguir la evolución de la actividad en el Golfo de Cádiz y el Estrecho.

Agosto dejó una referencia más cercana a la costa

El 22 de agosto, un terremoto de magnitud 3.4 con epicentro en el área de Rota (21 km) sí fue percibido en varias localidades —Jerez, Sanlúcar y El Puerto— y motivó numerosas consultas al 112 Andalucía.

La proximidad a tierra y la menor profundidad explican la diferencia de percepciones con respecto a los sismos de hoy, que han sido más débiles y más alejados. En aquella semana de agosto también se registró un sismo en Zahara de la Sierra (día 13, magnitud 2.6, intensidad máxima III), que se sintió en varios municipios de la Sierra de Cádiz y Montecorto (Málaga).

Por qué el Golfo de Cádiz registra sismos con frecuencia

El Golfo de Cádiz forma parte del amplio corredor tectónico asociado a la falla Azores–Gibraltar, donde convergen las placas africana y euroasiática. En este escenario, se acumula deformación que se libera mediante sismos de baja a moderada magnitud, la mayoría en el medio marino. Estos eventos resultan valiosos para la vigilancia geofísica porque ayudan a calibrar velocidades de propagación de ondas, geometrías de falla y niveles de actividad a medio plazo. No implican, por sí mismos, un aumento automático del riesgo, pero sí justifican mantener la monitorización continua.

Históricamente, el área atlántica del suroeste ibérico ha vivido grandes terremotos, con el Lisboa 1755 como referencia. Aquel evento generó un tsunami que alcanzó la costa andaluza. Los escenarios actuales son distintos y la tecnología de observación ha avanzado de forma notable; aun así, la memoria histórica subraya la importancia de la prevención y la cultura sísmica.

Qué hacer antes de un terremoto

El Instituto Geográfico Nacional y Protección Civil recomiendan una serie de medidas preventivas:

  • Tenga preparado: botiquín, linternas de dinamo, agua embotellada, alimentos no perecederos, silbato, radio con pilas y extintor.
  • Hable, planee y practique: realice simulacros familiares, conozca las salidas seguras, revise llaves de gas y luz, y tenga a mano los teléfonos de emergencia.
  • Disminuya los riesgos: asegure cuadros, lámparas o muebles pesados; evite colocar objetos inestables en estanterías o zonas altas.

Estas acciones básicas ayudan a minimizar el riesgo y los daños en caso de un temblor perceptible, especialmente en zonas costeras o urbanas.