¿Cada cuántos kilómetros se cambia el aceite del motor? Mitos, consejos y errores comunes en 2025

Actualizado:

El mantenimiento adecuado del aceite del motor es esencial para garantizar el rendimiento y la longevidad de cualquier vehículo. Sin embargo, persisten numerosos mitos y malentendidos sobre la frecuencia y las condiciones ideales para realizar el cambio de aceite. Estas creencias erróneas pueden llevar a prácticas de mantenimiento inadecuadas, afectando negativamente la salud del motor y, en última instancia, la seguridad del conductor.

En este artículo, desmitificaremos las ideas preconcebidas sobre el cambio de aceite, proporcionando información basada en datos actuales y recomendaciones de expertos. Además, exploraremos los factores que influyen en la frecuencia del cambio, como el tipo de aceite utilizado, las condiciones de conducción y las especificaciones del fabricante. Nuestro objetivo es equipar a los conductores con el conocimiento necesario para tomar decisiones informadas sobre el mantenimiento de su vehículo, optimizando su rendimiento y prolongando su vida útil.

A lo largo de este análisis, también abordaremos los errores comunes que incluso conductores experimentados suelen cometer al cambiar el aceite, y cómo evitarlos. Con una comprensión clara y actualizada, podrás asegurar que tu vehículo funcione de manera eficiente y segura en 2025 y más allá.

¿Por qué es fundamental cambiar el aceite del motor?

Cambiar el aceite del motor con la frecuencia adecuada es una de las tareas de mantenimiento más críticas para preservar la salud del vehículo. El aceite actúa como lubricante para las piezas móviles del motor, reduciendo la fricción, disipando el calor y arrastrando impurezas. Si se ignora su reemplazo, el aceite pierde propiedades, se vuelve más viscoso, y deja de cumplir estas funciones esenciales, lo que puede derivar en un desgaste prematuro de componentes y costosas averías.

A menudo, los conductores se preguntan si deben seguir estrictamente los intervalos de cambio de aceite indicados por los talleres o si pueden confiar en su intuición o en viejos hábitos. La verdad es que los fabricantes modernos de automóviles han ajustado sus recomendaciones con base en el uso de aceites sintéticos de alta calidad, que permiten intervalos de entre 10.000 y 20.000 km, dependiendo del modelo del vehículo y las condiciones de conducción. Además, el tipo de aceite (sintético vs. convencional), la viscosidad y la temperatura ambiental juegan un papel clave en el deterioro del lubricante.

Cuando se trata de mantenimiento preventivo y repuestos fiables, muchos conductores confían en plataformas como recambios TRODO, una tienda online especializada que ofrece aceites de motor y filtros de calidad de marcas reconocidas. Contar con distribuidores confiables es esencial no solo para garantizar la compatibilidad del producto, sino también para proteger la garantía del fabricante y evitar errores comunes, como usar el grado de viscosidad incorrecto o elegir un aceite sin certificaciones.

Mitos comunes sobre el cambio de aceite que deberías dejar atrás

Uno de los mitos más persistentes en el mundo del automóvil es que el aceite del motor debe cambiarse cada 5.000 kilómetros, sin excepción. Esta creencia proviene de una época en la que los aceites minerales eran la norma y los motores no estaban tan optimizados como los actuales. Hoy en día, sin embargo, muchos vehículos utilizan aceite sintético de alta durabilidad, con propiedades que mantienen la lubricación y limpieza interna incluso después de 15.000 o 20.000 kilómetros recorridos. Por ejemplo, fabricantes como BMW o Mercedes-Benz recomiendan cambios de aceite cada 25.000 o incluso 30.000 km, siempre que se utilicen lubricantes homologados por la marca. Seguir ciegamente el mito de los 5.000 km no solo puede resultar en gastos innecesarios, sino también en una sobremanutención que no aporta valor real al cuidado del coche.¿Cada cuántos kilómetros se cambia el aceite del motor? Mitos, consejos y errores comunes en 2025

Otro mito común es la idea de que si el aceite se ve negro o sucio, automáticamente debe ser sustituido. Esto no siempre es cierto. El oscurecimiento del aceite es una señal de que está cumpliendo su función detergente, atrapando residuos de la combustión y partículas metálicas microscópicas. Por ejemplo, en un motor diésel moderno, el aceite puede volverse oscuro en apenas 1.000 kilómetros debido a la acumulación de hollín, y eso no significa que haya perdido sus propiedades. En lugar de basarse únicamente en el color, es más efectivo seguir los indicadores del sistema de mantenimiento del vehículo o revisar el nivel y viscosidad del aceite con la varilla medidora.

Una tercera creencia errónea es que no se deben mezclar aceites de distintas marcas o tipos. En situaciones de emergencia, añadir un aceite de diferente origen o formulación es preferible a circular con un nivel bajo, lo cual puede causar daños graves al motor. Por ejemplo, si tu motor requiere 5W-30 sintético y solo tienes a mano un aceite semisintético de la misma viscosidad, puedes usarlo temporalmente hasta hacer un cambio completo. Eso sí, se recomienda evitar mezclas frecuentes o sistemáticas, ya que pueden reducir la eficiencia del lubricante y comprometer su comportamiento térmico.

También es común pensar que si un coche apenas se utiliza, no necesita cambio de aceite frecuente. Esta es otra suposición peligrosa. Aunque no se acumulen muchos kilómetros, el aceite se oxida y degrada con el tiempo, perdiendo su capacidad de protección. En climas fríos o húmedos, la condensación dentro del motor puede mezclar agua con el aceite, formando lodos dañinos. Por eso, incluso un coche que apenas circula debería cambiar su aceite al menos una vez al año, especialmente si duerme a la intemperie o en ambientes húmedos.

Finalmente, está la creencia de que “el aceite más caro es siempre el mejor”. Si bien los aceites de alto rendimiento pueden ofrecer ventajas en motores deportivos o de uso intensivo, el mejor aceite es el que cumple con las especificaciones recomendadas por el fabricante de tu vehículo, no necesariamente el más costoso del mercado. Comprar un lubricante con certificaciones como ACEA, API o ILSAC es más importante que fijarse en la marca o en campañas publicitarias.

Factores que determinan la frecuencia ideal del cambio de aceite

Aunque los manuales del fabricante suelen establecer intervalos de cambio de aceite estándar, la realidad es que no existe una única respuesta universal. La frecuencia ideal depende de una combinación de factores técnicos, ambientales y de conducción que influyen directamente en el desgaste y envejecimiento del aceite. Uno de los más importantes es el tipo de aceite utilizado. Los aceites minerales, aunque más económicos, suelen perder eficacia más rápidamente, mientras que los aceites sintéticos -como los 5W-30 o 0W-20 de última generación- ofrecen una protección más duradera, especialmente bajo altas temperaturas o cargas elevadas del motor.

Otro factor clave es el estilo de conducción. Un vehículo que realiza trayectos cortos diarios por ciudad, con paradas frecuentes, tráfico denso y arranques en frío, somete al aceite a mucho más estrés que uno que circula principalmente por autopista a velocidad constante. En esos casos, incluso si no se alcanzan los kilómetros recomendados, el aceite puede degradarse más rápido, por lo que conviene acortar los intervalos de cambio. Esta situación se conoce como "conducción severa", y muchos fabricantes sugieren revisar o cambiar el aceite antes de lo previsto si el vehículo se utiliza en estas condiciones.

Las condiciones climáticas también desempeñan un papel importante. En zonas con temperaturas muy bajas, el aceite tiende a volverse más denso, dificultando la correcta lubricación en los primeros minutos tras el arranque. Por otro lado, en regiones cálidas o en verano, el aceite está expuesto a mayor temperatura constante, lo que acelera su oxidación. Usar una viscosidad adecuada al clima, como 0W-30 en invierno o 10W-40 en verano, puede prolongar su vida útil y mejorar el rendimiento del motor. Por ello, adaptar el tipo y la frecuencia de cambio de aceite a la climatología de tu región es una buena práctica que pocos conductores tienen en cuenta.

Además, el estado general del motor influye notablemente. Un motor con más de 150.000 km o que presenta pequeñas fugas o consumo excesivo de aceite requerirá un seguimiento más frecuente. Incluso el uso de aditivos o combustibles de baja calidad puede contaminar el aceite prematuramente. 

Consejos prácticos para un cambio de aceite correcto y sin riesgos

Realizar el cambio de aceite de manera adecuada no solo alarga la vida útil del motor, sino que también mejora su rendimiento y reduce el consumo de combustible. Uno de los primeros pasos es revisar regularmente el nivel de aceite, una tarea sencilla que puede marcar la diferencia entre un motor saludable y una avería costosa. Para ello, el vehículo debe estar en una superficie nivelada y el motor apagado al menos 10 minutos para permitir que el aceite se asiente. Usando la varilla medidora, se puede comprobar si el nivel se encuentra entre los márgenes recomendados. Si está por debajo del mínimo, es necesario rellenarlo sin sobrepasar el máximo, lo cual también puede ser perjudicial.

Otro consejo fundamental es no ignorar el filtro de aceite al hacer el cambio. Muchas personas reemplazan el lubricante pero dejan el filtro viejo, lo que provoca una contaminación prematura del nuevo aceite. El filtro tiene la función de atrapar residuos, partículas metálicas y sedimentos que circulan por el sistema de lubricación. Si no se cambia, esos contaminantes volverán al motor, reduciendo la efectividad del aceite nuevo. Por lo tanto, siempre se recomienda cambiar el filtro junto con el aceite, como parte de una rutina básica de mantenimiento preventivo.

Además, hay que tener en cuenta algunos errores comunes que pueden tener consecuencias graves. Uno de ellos es utilizar un aceite con viscosidad incorrecta. La viscosidad es clave para garantizar una lubricación adecuada bajo diferentes temperaturas. Por ejemplo, si tu motor requiere un aceite 5W-30 y colocas un 20W-50, puedes provocar fricción excesiva en arranques en frío, o pérdida de presión en condiciones de calor. Otro error es no apretar correctamente el tapón de drenaje o no usar un recipiente adecuado para recoger el aceite usado, lo cual puede generar fugas o problemas ambientales. Siempre es recomendable seguir el manual del fabricante y, si es posible, utilizar herramientas específicas como llaves dinamométricas o juntas nuevas para garantizar un sellado seguro.

Errores frecuentes en el cambio de aceite y cómo evitarlos

Aunque el cambio de aceite parece una tarea sencilla, muchos conductores cometen errores que, con el tiempo, pueden costar caro. Uno de los más frecuentes es posponer el cambio de aceite más allá del kilometraje recomendado. Muchos piensan que recorrer unos cientos de kilómetros adicionales no hará daño, pero esa acumulación puede degradar el lubricante hasta el punto de que no proteja adecuadamente. En motores modernos con tolerancias muy ajustadas, esta negligencia puede provocar desgaste interno, aumento de temperatura y pérdida de eficiencia.

Otro error común es utilizar el tipo de aceite incorrecto por querer ahorrar dinero o simplemente por desconocimiento. Cada motor ha sido diseñado para trabajar con un rango específico de viscosidad y con determinadas certificaciones técnicas. Por ejemplo, un coche con tecnología start-stop puede requerir un aceite con aditivos especiales para resistir arranques frecuentes. Usar un producto no homologado puede anular la garantía del fabricante y afectar el rendimiento del motor. Siempre se debe verificar en el manual o consultar a un profesional antes de elegir el lubricante.

También es habitual ver conductores que rellenan el aceite sin revisar si hay fugas o consumo excesivo. Si el nivel de aceite baja constantemente, lo más sensato no es simplemente rellenar una y otra vez, sino buscar la causa del problema. Podría tratarse de una fuga por una junta deteriorada, un mal sellado en el tapón del cárter, o incluso de un consumo interno por desgaste de segmentos o válvulas. Ignorar estos síntomas puede llevar a fallos mecánicos más graves. De igual modo, muchos errores se producen por falta de información actualizada, como también sucede en otros aspectos del vehículo: por ejemplo, al elegir el sistema de iluminación más adecuado. Elegir entre Luces LED vs halógenas en coches no es solo cuestión estética, sino de eficiencia, durabilidad y visibilidad, lo cual refleja cómo la toma de decisiones técnicas debe estar siempre respaldada por datos y no solo por hábitos o consejos populares.

Finalmente, uno de los errores menos conocidos pero muy peligrosos es sobrecargar el motor con demasiado aceite. Aunque parezca inofensivo, un nivel de aceite por encima del máximo puede generar espuma dentro del sistema de lubricación, haciendo que el aceite pierda su capacidad de proteger correctamente las piezas móviles. También puede aumentar la presión interna del motor y dañar retenes o empaques. Por eso es esencial medir con precisión y no sobrepasar los niveles recomendados.

Conclusión

El mantenimiento adecuado del aceite del motor es una de las tareas más esenciales, pero a menudo subestimadas, para garantizar la salud, el rendimiento y la longevidad de cualquier vehículo. A pesar de los avances tecnológicos en lubricantes y sistemas de monitoreo, todavía persisten muchos mitos que pueden llevar a decisiones equivocadas: desde cambiar el aceite demasiado pronto o demasiado tarde, hasta elegir el producto incorrecto por desconocimiento.

Como hemos visto, no existe un único intervalo mágico que se aplique a todos los coches por igual. Factores como el tipo de aceite, el estilo de conducción, las condiciones climáticas y el estado general del motor influyen directamente en la frecuencia con la que se debe realizar el cambio. Lo importante es seguir las recomendaciones del fabricante, estar atento a los signos del vehículo y adaptar el mantenimiento a las condiciones reales de uso.

Además, pequeños errores -como olvidar cambiar el filtro, rellenar sin revisar fugas o usar aceites no homologados- pueden terminar provocando consecuencias mayores que se habrían evitado con una revisión rápida o una simple consulta al manual del coche. Informarse bien, mantener una rutina responsable y priorizar la calidad por encima del precio son hábitos que cualquier conductor puede adoptar, y que marcan una gran diferencia a largo plazo.

Al final, cuidar del aceite de tu motor no es solo una tarea mecánica: es una inversión inteligente en seguridad, eficiencia y tranquilidad en cada trayecto.