Mujer con un carro-cesto con productos en su interior.
La cesta de la compra cada vez se encarece más.

Los productos frescos, en riesgo: la OCU alerta de que los españoles los sustituyen por procesados

La cesta de la compra sigue encareciéndose y obliga a las familias a cambiar sus hábitos

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La cesta de la compra continúa siendo un gran quebradero de cabeza para millones de consumidores en España. A pesar de los intentos por estirar el presupuesto familiar, llenar el carro del supermercado resulta hoy bastante más caro que hace un año.

Según los últimos datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los precios han aumentado un 2,5% en los últimos doce meses, acumulando un alza que es superior al 35,5% desde 2021.

Una tendencia que ha deteriorado la capacidad de compra de los hogares y forzado a cambiar la forma en que se consumen los productos básicos.

Los frescos, los más castigados según la OCU

Según la OCU Uno de los puntos más sensibles del informe es la situación de los alimentos frescos. Estos productos, esenciales en la dieta mediterránea, han experimentado una subida media del 6,7%. Frutas y verduras se encarecieron en un 8,2%, las carnes un 7% y el pescado un 3,4%.

Alimentos cotidianos como los plátanos o los huevos se han convertido en bienes de difícil acceso para muchas familias, con incrementos que son de hasta el 35,9% y 29,8% respectivamente.

Desde la OCU se alerta de que esta subida está empujando a numerosos consumidores a reemplazar productos frescos por opciones procesadas, más económicas pero menos saludables.

“Nos preocupa mucho este incremento, porque la base de la dieta mediterránea es precisamente el consumo de frutas, verduras, carnes y pescados”, indicaba Ileana Izverniceanu, portavoz de la organización.

Por ello, la entidad ha instado al Gobierno a recuperar la eliminación del IVA en productos básicos, una medida que aunque tuvo una repercusión limitado, aunque fue muy valorada por los consumidores.

El estudio revela una radiografía desigual en la evolución de los precios. Mientras que artículos como el café han subido más de un 54% y el chocolate con leche casi un 29%, otros han experimentado pronunciados descensos.

El aceite de oliva, tras alcanzar cifras récord en 2023, ha registrado una caída del 53%; el azúcar, del 25,7%; y el zumo de naranja, del 23,7%.

En total, el 61% de los productos analizados en el año 2024 presentan incrementos de precio, lo que confirma que, aunque la inflación se ha moderado, los niveles siguen siendo elevados con respecto a los de hace apenas tres años.

El ahorro en supermercados, cada vez menor

Otra de las conclusiones del informe es que elegir bien dónde comprar marca la diferencia. De media, una familia puede ahorrar hasta 1.132 euros al año si opta por las cadenas que resultan más económicas.

No obstante, esta cifra es 141 euros inferior a la del año pasado, lo que evidencia que incluso buscar las opciones que sean más baratas resulta menos rentable.

Madrid es la ciudad con mayor margen de ahorro, donde la diferencia entre el supermercado más barato y el más caro puede alcanzar los 4.270 euros al año.

En el extremo contrario, en Roquetas de Mar (Almería), la variación apenas llega a los 242 euros.

El análisis de la OCU también clasifica las cadenas de distribución. Supermercados Dani, Alcampo, Tifer, Family Cash y Súper Carmela aparecen como las opciones que resultan más asequibles, mientras que Sánchez Romero, Supercos, Sorli Discount, Plaza y El Corte Inglés figuran entre las más caras.

Por regiones, la Comunidad Valenciana es la más barata, seguida de Murcia, Galicia, Extremadura y Andalucía. En el extremo opuesto, Baleares, Cataluña y País Vasco concentran los precios más elevados.

Igualmente ciudades como Sanlúcar de Barrameda o Torrent se sitúan entre las localidades más económicas, frente a zonas del área metropolitana de Barcelona o municipios madrileños como Pozuelo de Alarcón y Majadahonda, que son más caras.

Ante todo ello, la OCU reclama medidas urgentes. Entre sus propuestas se incluyen la reducción del IVA a productos básicos como carne y pescado, la ampliación de ayudas a familias vulnerables y un mayor control a fin de poder garantizar que las bajadas en los costes de producción se trasladen al consumidor final con la misma rapidez que se aplicaron las subidas.

En un contexto donde llenar el carro es cada vez más esfuerzo, los hogares españoles buscan diferentes alternativas para reducir gastos, aunque muchas veces a costa de sacrificar calidad y salud en su alimentación.