
Septiembre, mes de gimnasios: el decálogo para no equivocarse
La Asociación Española de Consumidores advierte que es importante comparar precios, leer contratos y comprobar instalaciones son pasos clave antes de inscribirse en un centro deportivo

Con la llegada de septiembre y el final de las vacaciones de verano, muchas personas deciden dar un giro a sus rutinas. Entre las llamadas “buenas intenciones” más frecuentes está la de empezar a hacer ejercicio de forma regular, y la opción más usual suele ser inscribirse en un gimnasio o centro deportivo.
No obstante la Asociación Española de Consumidores advierte de que esta decisión, tomada en ocasiones de manera impulsiva, puede llevar a problemas si no se cuenta con la información adecuada.
Por ello, la organización ha lanzado una campaña en la que ofrece un decálogo de recomendaciones para los usuarios que decidan contratar los servicios de un gimnasio tras el periodo estival. Su objetivo es poder garantizar que los consumidores tomen decisiones informadas y que los centros deportivos cumplan con sus obligaciones.
El auge de las inscripciones tras el verano en los gimnasios
El mes de septiembre concentra una gran parte de las matrículas en gimnasios. Es el momento en que, tras los excesos gastronómicos estivales, muchos ciudadanos buscan recuperar hábitos saludables y mejorar su estado físico.
Pero no siempre se valoran aspectos esenciales como la calidad de las instalaciones, la transparencia en los contratos o las condiciones de pago.
La Asociación Española de Consumidores insiste en que informarse y comparar es la mejor herramienta para evitar sorpresas que son desagradables. No todos los gimnasios ofrecen los mismos servicios ni las mismas garantías, por lo que conviene detenerse antes de tomar una decisión.
La campaña presentada incluye diez recomendaciones que pueden servir de guía a todos los usuarios:
Comparar antes de contratar, se trata de analizar los servicios, las instalaciones y los precios de distintos centros antes de tomar una decisión.
Visitar las instalaciones y poder recorrer las salas deportivas y los vestuarios para comprobar limpieza, mantenimiento, equipamiento y número de monitores. La visita debe hacerse, si es posible, en horas de mayor afluencia a fin de poder valorar la capacidad real del centro.
Transparencia en la información pues los gimnasios deben informar de forma clara sobre horarios, tarifas, ofertas y servicios incluidos en el precio.
Leer el contrato con detalle ya que nunca se debe firmar sin haber revisado previamente todas las cláusulas.
Consultar el reglamento interno pues algunos centros disponen de normas propias que conviene conocer antes de inscribirse.
Revisar las condiciones de pago y si existen opciones mensuales o de permanencia. Estas últimas suelen ofrecer un precio más bajo, pero obligan a mantener la inscripción durante un período de tiempo concreto, lo que puede suponer perder el dinero si se abandona antes de tiempo.
Publicidad vinculante, ya que toda oferta o promoción anunciada por el gimnasio tiene carácter legal y debe cumplirse.
Disponibilidad de hojas de reclamaciones, cabe destacar que los centros están obligados a contar con ellas para garantizar los derechos de los consumidores.
Bajas por escrito en caso de si se decide abandonar el centro, lo recomendable es comunicarlo por escrito y con constancia de entrega, para evitar el cobro indebido de cuotas posteriores.
Consultar con un profesional de la salud es importante para quienes retoman la actividad física tras un largo periodo de inactividad, es aconsejable un chequeo médico o asesoramiento profesional que evite lesiones o problemas de salud.
La Asociación Española de Consumidores subraya que el deporte debe ser una experiencia positiva y segura, no una fuente de frustración o conflictos de tipo económico.
La elección de un gimnasio no debe basarse únicamente en el precio o en la cercanía, es un conjunto de factores que garanticen tanto la calidad del servicio como la protección de los derechos de los usuarios.
Igualmente se recuerda que la actividad física intensa, si no se realiza de manera adecuada, puede ocasionar diferentes riesgos para la salud. Por ello, antes de lanzarse a un programa de entrenamiento exigente, conviene contar con la orientación de buenos profesionales sanitarios o entrenadores especializados.
Septiembre es, tradicionalmente, el mes de los comienzos y de las nuevas metas. Iniciar un plan de ejercicio es una de las mejores decisiones a fin de poder mejorar la calidad de vida, pero hacerlo sin la información adecuada puede generar más inconvenientes que beneficios.
Con estas diez recomendaciones, la Asociación Española de Consumidores busca que los ciudadanos afronten esta etapa con la debida precaución, seguridad y confianza. La clave está en dedicar unos minutos a comparar, preguntar y leer la letra pequeña, antes de dar el paso de apuntarse en un gimnasio.