¿Conoces la leyenda de las Sirenas de Cádiz?

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Las historias de seres legendarios o mitológicos no son desconocidas en Cádiz donde, entre otras, está la archiconocida del «hombre-pez» de Liérganes y que en diferentes ocasiones hemos tratado en CÁDIZDIRECTO.

Hoy les quiero hablar de una historia de sirenidos, de sirenas, de las mismas que quiso escuchar Ulises con sus famosos cantos que, decían, podía enloquecer a todo aquel que las escuchara. Así en Cádiz existe una leyenda tan atractiva como desconocida de estos mismos seres.

La leyenda de las sirenas gaditanas

Así las sirenas de las que les quiero hablar eran seres que tenían la capacidad de embrujar a todo aquel que las escuchara con sus cantos, muchos fueron los gaditanos que sucumbieron a sus encantos y quedaban atrapados por los que escuchaban. Tanto era así que acudían a reunirse en los puntos donde sabían que podían encontrarlas para escuchar sus melodiosas voces.

Cuentan los marineros que, realmente, lo que perseguían con aquellos cantos era acercar a los barcos a la costa y que estos chocaran con los arrecifes o las rocas más a nivel del mar. Sea como fuere hasta esos puntos acudían para escuchar a las sirenas que se «mezclaban» con los humanos embrujados. Aquellas dos sirenas cobraron una gran popularidad y, al amanecer, se reunían con sus amantes como si de un cuento de hadas se tratara (tampoco hemos de salir del contexto de leyenda que tiene).

Un aciago día un brujo quiso tenderles una trampa y acabar con ellas, proporcionaban felicidad y ese era un terreno vedado para quién pacta con el Diablo. El brujo acabó con la vida de una de las sirenas y el embrujo se rompió quedando muchos gaditanos tristes por la pérdida, el segundo quedó triste y sola causando la desazón del brujo que pretendía también acabar con su vida, algo intenta envenenándola.

Los habitantes de la ciudad se rebelaron y acudieron a matar a aquel brujo, un caballero logró una poción para evitar el daño a la sirena pero era demasiado tarde y quedó malherida alejándose para siempre de las costas gaditanas y creando la melancolía en una ciudad que siempre habría de echar de menos a estos dos seres.

Son leyendas se seres mitológicos que siempre tienen un poso de verdad, tal vez de dos animales marinos que fueron divisados en la costa muchos siglos atrás y se les denominó sirenas o, tal vez, como una forma de ahuyentar a los marineros de las proximidades de puntos donde podían existir arrecifes. Pocos saben la mecánica por la que surge una leyenda pero si muchas las enseñanzas y moraleja que nos dejan allá donde cada uno debe hacer su propia interpretación.

Otras Sirenas

En la antigüedad se representaba a las sirenas como un ser mitológico mitad pez y con el torso de mujer, muy bellas. Siempre estaban en las rocas del mar y destacaban por su voz melodiosa que enloquecía a los marineros. En España siempre ha habido historia de seres sineridos, de norte a sur.

Al mencionado caso del «hombre-pez» de Liérganes hemos de unir la «Sirenuca» de Cantabria, un ser que antes fue humana y que debido a la afición de ir a los acantilados su madre lanzó una maldición: «Permita Dios que te vuelvas pez». Cuando un barco se acerca a los acantilados se dice que la «Sirenuca» les avisa siendo un tipo benigno de sirenido.

En le País Vasco existen las «lamias del mar» o Itsaslaminak o Arrainandereak (mujeres-pez). No tienen piernas, según su mitología, sino pies de pato, palmeados y tienen una cola de pez, peinan el cabello con peine de oro y si se les trata de robar 8por su valor) el mismo se enfurecen. Son negativas y enamoradizas.

En Extremadura encontramos con sirenas que habitan en el Guadiana y que tienen el poder de encantar a los hombres y mujeres que las escuchan. También están en el Tajos en Garrovillas o en la fuente de la Luná en Usagre.

En Galicia encontramos a Marinha, una sirena que rescató al duque don Froilaz en Finisterre, era una sirena buena y muy hermosa de la que se enamora don Froilaz y con la que tiene un hijo al que bautizarían como Xoan, se dice que es el punto de partida del linaje Mariño.

Hace unos años surgió el documental de Discovery Channel «Mermaids» (Sirenas) donde se pretendía, con el docu-reality, dar veracidad a su existencia cuando, realmente, son una simple quimera.