Es la eterna pregunta que muchos se hacen sobre la existencia de este mítico rey. Parece que se basa en la figura real de un caudillo local aunque lejos de aquella épica de magos y espada invencible, de doncellas y del grial o la pureza.
Más de 5000 años
Todo es más mundano y más de nuestro mundo, como lo demuestra el trabajo de un grupo de arqueólogos de la Universidad de Manchester que iniciaron el trabajo en una tumba vinculada al Rey Arturo y que tendría una datación de unos 5000 años.
La misión de estos arqueólogos es despejar los enigmas que tiene este lugar llamado Arthur’s Stone o «La piedra del Rey Arturo» según English Heritage. Se han hallado lascas de pedernal, cerámica o puntas de flechas, así como huesos que indican que tuvo un importante carácter ritual en su época.
Del sitio sólo quedan lo que son las piedras que forman la cámara interior y que se ubica sobre un montículo de tierra de un tamaño considerable y cuya forma original es un enigma.
La cámara está formada por una piedra angular que se ha estimado que tiene un peso de unas 25 toneladas en la parte superior y que, en su época, hace 5000 años, era toda una proeza mover y colocar en su emplazamiento.
Este tipo de monumentos es común en el oeste de Gales e Inglaterra. Se dice, en torno a su leyenda, que fue el sitio donde el Rey Arturo mató al gigante y que dejó la huela de los codos impresos al caer en una de las piedras. Está relacionada con el mítico rey desde tiempos anteriores al siglo XIII y se considera parte de la mitología local de la zona.
Influencias e inspiración
Es un elemento inspirador, pues también opinan los expertos que «iluminó» C.S. Lewis para crear el mundo de Narnia, pues en una mesa de piedra se sacrifica al león Aslan dentro de la obra, en «El león, la bruja y la alacena».
También se ha llevado a cambiar el sistema de pensamiento en cuanto a lo que creía de ella sobre su orientación. Sobre este monumento la Universidad de Manchester indica que: «Se suponía que Arthur’s Stone se encontraba dentro de un túmulo de piedra en forma de cuña, similar a los que se encuentran en los Cotswolds y el sur de Gales, pero el profesor Julian Thomas de Manchester y el profesor Keith Ray de Cardiff descubrieron que el monumento originalmente se extendía en un campo hacia el suroeste, y pudo haber tomado la forma de un montículo de césped bajo con extremos redondeados. Los profesores Thomas y el profesor Ray también dirigirán las próximas excavaciones, con la participación de estudiantes de la Universidad de Cardiff y otras instituciones de Estados Unidos».