Si hay lugares encantados en una ciudad siempre hemos de buscarlos dentro del casco antiguo de una ciudad pues, a priori, es el que más Historia tiene y allá donde más misterio puede congregar, aunque también los podemos encontrar en otros muchos puntos. Uno de esos lugares está en la calle Pajaritos de Sevilla, en un edificio oficial donde un agente de Policía iba a vivir algo increíble e inexplicable.
Así un agente tenía labores de custodia en un edificio que siempre fue la sede de las Oficinas del Ayuntamiento de Sevilla, allá donde se recurrían las multas, tasas municipales, caseta de Feria y otras gestiones. Un edificio realmente antiguo en una zona muy activa.
Experiencias paranormales
A mí me hizo partícipe en una ruta que hicimos para miembros de la Policía Local de Sevilla y al pasar por este punto y escucharme contar, de pasada, lo que ocurría en su interior me dijo: «¿Puedo comentar algo al grupo?» y contó su historia. «Una noche, llevaría dos semanas aquí, estoy haciendo una ronda de guardia, me como el bocadillo y hago una bolita con el papel de plata y lo tiro a la papelera. Cuando voy por la ronda me siento como me tiran algo, miro al suelo y me veo allí el papel de plata en la bolita. Claro, aquello no era posible pero quise buscarle una explicación, tal vez la estática hizo que se pegara a la lanita del chaleco. La cosa es que lo tiré de nuevo y seguí por arriba y entonces me dieron de nuevo con la misma pelotita de papel de plata. Mira, me llevé toda la noche mirando a todos lados para ver qué pasaba, pero no pasó nada».
«La noche siguiente me puse a hacer un Sudoku sentado en la mesita que había aquí a la izquierda, hubo un momento en el que estaba incómodo con el cinturón y aunque sé que no te lo puedes quitar pues yo me lo quité y lo dejé a mano derecha en la mesa. Mira, en un momento se fue la luz y me levante a ver si era del diferencial, cuando regresé a la mesa ya no había cinturón, con todo lo que lleva esto, pistola, esposas, todo. Me puse a dar vueltas por el edificio y no encontré nada, sólo me quedaba bajar abajo pero abajo no había estado. La cosa es que bajé y allí estaba el cinturón en el picaporte/pomo de una puerta. Lo agarré, me lo puse y me quedé en la puerta toda la noche«. Los compañeros se reían sorprendidos por lo que contaba nuestro testigo pero, de alguna forma, era su experiencia vital.
Impresionante psicofonía
«La última noche que pasé allí estaba ya dispuesto a grabar todo. En un momento sentí un ruido arriba y fue a ver. Lo primero que sentí es un siseo, como si me llamarán. Luego dijeron mi nombre, y ya puse a grabar el móvil y dije: «¿Hay alguien más en el edificio?» y una voz salió y dijo «Mira bien», lo escuché perfectamente y así se grabó. Es la psicofonía que te he dado y que nadie más tiene, es impresionante» relataba ante todos.
Mi pregunta fue: ¿Y qué hiciste? y me respondió: «Pedí el traslado de inmediato y de nuevo a patrulla» entre las risas y sorpresa de sus compañeros. «La cosa es que vecinos de la calle ya me habían dicho que pasaban cosas extrañas en otras casas y compañeros me dijeron que los que habían estado antes allí también les había pasado cosas extrañas».
El edificio se encuadra en una zona que fue muy afectada por las epidemias de peste de Sevilla y por tener una fresquera allá donde, inicialmente, encontró el arma -el cinturón- colgado de la puerta. ¿Casualidad? El edificio fue sede administrativa hasta que la trasladaron a un otro recinto pero los hechos paranormales se siguen sucediendo allá donde hay otros hechos impactantes que no estoy autorizado a contar.
El pasado siempre llama a la puerta del investigador para encontrar las pistas de lo imposible y en este concurren hechos que todos desconocen y que esconde la clave de las manifestaciones paranormales actuales.