Las vidas ‘paralelas’ de Buda, Krishna y Jesús de Nazaret

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En las tradiciones religiosas más antiguas encontramos casualidades que rozan lo imposible. Tres de ellas se dan en tres personajes importantes, vitales, para tres religiones, hablo de Buda, Krishna y Jesús de Nazaret.

Y hay casualidades imposibles, tomemos uno de ellos al azar y conozcamos su vida: nació un 25 de diciembre, de una madre virgen, una estrella anunció su nacimiento, con pocos años ya enseñaba a los sabios del templo, un espíritu del mal lo tentó cuando realizaba ayunos, fue bautizado, curó a enfermos, mandó vivir en la pobreza, realizó prodigios con alimentos dando de comer a una multitud y no, no es Jesús de Nazaret sino Buda.

Veamos otro de ellos: nació el 25 de diciembre, su nacimiento fue ‘anunciado’, una estrella marcó el lugar, su madre Devaki era virgen nació en una cueva que una estrella iluminó durante el parto, las vacas se inclinaron para adorarle. Vivió un incidente en el que el rey Kansa lo busco cuando era un infante para tratar de darle muerte. Hizo milagros, resucitó a los muertos, curó a los ciegos, a los leprosos, a los sordos. Murió crucificado y por la herida de una flecha, bajó al infierno y al tercer día subió a los cielos donde espera el segundo advenimiento. ¿Jesús de Nazaret? No, se trata de Krishna.

Las coincidencias son enormes, máxime cuando Buda (Gautama) nació en el siglo IV a.C. en Sarnath (Uttar Pradesh, India) y de Krishna hay menciones en el Majabhárata hacia el siglo III a.C. donde se encuentran el Bhagavad-guita con sus enseñanzas. Son, por tanto, cultos anteriores.