¿Cuántos videoclubes siguen sobreviviendo en Cádiz?

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CÁDIZDIRECTO/R.J.- El último boy scout. El último mohicano. El último hombre. El último tango en París. El último gran héroe. El último gran mago. El último gangster. El último samurai. La última película… y, probablemente, muy pronto en su barrio… el último videoclub.

Aquellos míticos establecimientos que en los años 80 y 90 rebosaban vida cada tarde de viernes tienen los días contados desde hace tiempo. En Cádiz han logrado sobrevivir hasta el día de hoy, aunque parece que queda muy poco para que pasen a formar parte del cajón de los recuerdos. A quién no le suena el nombre de míticos videoclubes como Mara, Totti o JJ.

En cuestión de días, el último videoclub que permanece activo en el casco antiguo de la ciudad echará la baraja tras una larga trayectoria acercando a los hogares gaditanos los títulos más clásicos del cine y los últimos estrenos llegados desde la gran pantalla. Se trata del videoclub Video Sonido, en la calle Sacramento, que actualmente se encuentra en periodo de liquidación.

Con el cierre de este local, apenas quedarán en activo tres videoclubes en la capital: uno en el barrio de Astilleros, otro en Loreto y uno más en la plaza Helio. La llegada de internet a los hogares y el auge de la piratería, así como la aparición de las multiplataformas de televisión, dieron la puntilla a un negocio que los más viejos del lugar recordamos con melancolía.

En el barrio de Astilleros sigue con sus puertas abiertas Mundo Vídeo, el último superviviente de una cadena que contó con varios establecimientos en la ciudad. «Yo empecé en el año 82 en la barriada de la Paz con el videoclub JJ», recuerda Juan Díaz, que ha convertido su trabajo en su afición, pues se confiesa un apasionado del negocio del alquiler de películas.

«Ahora la única manera de seguir en activo es reconvirtiendo el negocio, convirtiendo el videoclub en un complemento de un local que también ofrece golosinas, refrescos o regalos. Sólo así puede seguir adelante… y yo, personalmente, sigo porque lo he convertido en mi hobby. Soy muy aficionado al cine», explica Juan, que recuerda perfectamente los títulos que han marcado época y que todos los gaditanos se apresuraban en llevar a sus domicilios: «Acorralado, Espartaco, Ghost, Pretty Woman, Tiburón o las de animación de Disney… ésas eran algunas de las más demandadas».

Hace tiempo que José Tinoco decidió reconvertir su videoclub de la calle Marianista Cubillo en un tienda de alimentación. Fue en 2010, después de 20 años dedicado al alquier de películas. «Tengo muy buenos recuerdos de aquella época, pero desde hace unos años ya no se podía vivir de ese negocio. Antes, alquilar un película se convertía en un artículo de lujo, pero internet lo cambió todo por completo», explica, … y recuerda la de veces que alquiló Titanic, La Bellas y la Bestía y Parque Jurassico.

Muy cerca del estadio Carranza se encuentra la Copistería Helio, que sigue guardando un rinconcito de su local para los amantes del cine. «La clientela más fiel al negocio es la que continúa alquilando películas, principalmente infantiles y las que acaban de estar en las salas de cine», comenta Rodri, uno de los empleados del establecimiento que funciona desde 1985.

En la actualidad alquilar una película tiene un precio que ronda los dos euros y, a pesar de los intentos del Blue-Ray por desbancarlo, el DVD se convirtió en los últimos años en el rey del negocio. Él fue quien jubiló al VHS y al BETA, aquellos sistemas de reproducción que te costaban la reprimenda del dueño del videoclub si no devolvías las cintas rebobinadas.