No, no es una broma, aunque su nombre se pueda dar a juegos y a alguna que otra gracia. Es la cultura de los indios mogollón, una cultura que floreció en la Sierra Madre occidental de los Estados Unidos, entre los estados de Nuevo México y Arizona.
Era un pueblo indígena que, ante la variación de su entorno, se adaptó a sus nuevas condiciones de vida, bosques y abruptas montañas. Se su historia conocemos dos periodos, el que transcurre desde el 500 a.C. al 1000, conocido como periodo Temprano y el Tardío que alcanza hasta el siglo XVII.
Su evolución era lenta y gradual durante el periodo Temprano y más ágil en el Tardío, sobre todo en estructura social, población y, consecuentemente, en poder. Así al menos se desprende de los asentamientos arqueológicos de Paquimé en Chihuahua (México), donde se pueden constatar los intercambios comerciales con otros pueblos de su entorno.
Los indios mogollón eran proveedores de minerales preciosos, especialmente de la turquesa, e importó otras costumbres como el juego de la pelota tal y como demuestras los vestigios en sus edificios, una costumbre de las culturas precolombinas que los mogollón hicieron suya.
Igualmente eran excelentes alfareros, destacando la producción entre los siglos VIII y XII, especialmente de manifestaciones figurativas que reproducían el vivir diario de esta cultura.