El veranillo de San Martín es una expresión popular adoptada en varias regiones del mundo, incluida España, que viene a ser un periodo de tiempo anormalmente cálido en mitad del otoño, alrededor del 11 de noviembre, momento en el que se celebra el día de San Martín.
¿Qué es el «Veranillo de San Martín»?
Es similar al fenómeno conocido como «Indian Summer» en la zona de Norteamérica. Durante este periodo, los termómetros se elevan de forma inesperada con temperaturas casi más propias de la primavera-verano. La principal causa del mismo es por una situación anticiclónica, donde prácticamente no hay ni nubes, ni precipitaciones y viento.
El Veranillo de San Martín no tiene una fecha exacta ni ocurre anualmente en exactamente los mismos días. Normalmente y por estadística suele coincidir a mediados de noviembre y se caracteriza por un tiempo estable intercalado en medio del otoño.
Cuando esta situación se alarga en el tiempo y este periodo de tiempo estable y temperaturas anómalas para la época del año se extiende a más de dos-tres días es cuando este fenómeno es lo que se denomina como «veroño», otra expresión popular que mezcla las palabras «verano» y «otoño» para referirse a que parece verano en pleno otoño.
La leyenda de San Martín
En él las temperaturas se sitúan por encima de sus valores normales para la época del año, un pequeño respiro antes del frío invernal. El nombre deriva de la leyenda que dice que San Martín partió su capa en dos para abrigar a un mendigo desnudo y muerto de frío, por lo que Dios recompensó al Santo con unos días de temperaturas agradables para frenar el frío invierno.
Aunque en la climatología no destaque este período, hay algunos años en los que sí se registran temperaturas por encima de lo habitual, como ocurrió en 2015, cuando se batieron varias efemérides de temperatura máxima absoluta y temperatura mínima más alta para un mes de noviembre.
Las temperaturas máximas estuvieron entre 7 y 10 ºC por encima de lo habitual en la mitad norte de la Península. Sin embargo, lo cierto es que no se refleja tal veranillo de San Martín en la climatología, tan solo se observa una frenada en la caída de las temperaturas, sobre todo las mínimas, aproximadamente una semana después, que es coincidente con la festividad de Santa Isabel.