Más allá de su carácter funcional y eminentemente práctico, el equipamiento militar (ropa, calzado y accesorios de todo tipo) que podemos encontrar en distribuidores y plataformas especializadas como Tienda del Soldado aúnan diseño, sofisticación, elegancia, funcionalidad y, también, una interesante profundidad histórica y cultural.
Si hay algo que caracteriza a la ropa militar es su excepcional peso simbólico. En realidad, su origen se encuentra en la necesidad de conferir carácter de oficialidad a través de las prendas lo cual ya en su conceptualización, queda reflejado con la construcción de una estética única. Se trata, por tanto, de una propuesta fuertemente estandarizada.
Estandarización, funcionalidad y sofisticación
No obstante, esto no quiere decir que nos encontremos ante una línea de productos aburrida o excesivamente homogénea. Si bien cada vez que nos encontramos ante cualquier atuendo o complemento perteneciente o vinculado a las fuerzas de la seguridad del Estado podemos reconocerlo fácilmente, la variedad de fórmulas a que podemos acceder es realmente amplia en función de la institución.
Esto significa que los emblemas, el concepto o la tónica que podemos identificar en los complementos y vestuario del cuerpo del ejército del aire difieren con los que podemos encontrar en el cuerpo de la Armada o el ejército de Tierra. Se trata de algo natural si tenemos en cuenta que cada ropa responde a unas necesidades específicas y está diseñada para adaptarse a las condiciones y contextos en que se van a utilizar.
Esto puede verse de una forma especialmente visual dentro de los modelos de calzado. Si echamos un vistazo a las alternativas que se aglutinan dentro de los útiles del ejército de Tierra veremos que son muy distintos a los que podemos encontrar, por ejemplo, dentro del Ejército del Aire pues este último, al no requerir de una estructura o una suela especialmente dura o gruesa y al contar con menos necesidades en materia de resistencia o agarre, su diseño, necesariamente se torna bastante distinto.
Capacidad de adaptación al entorno: La clave del uniforme militar
Lógicamente, las peculiaridades del equipamiento de los diferentes cuerpos de seguridad del estado están configurados por sus necesidades específicas a la hora de adaptarse al medio en que están insertos. Por ejemplo, las botas militares o tácticas cuentan con unas funciones muy bien definidas (entre ellas, proporcionar protección y resistencia en entornos de todo tipo y sometidos a todo tipo de contextos climáticos). El resultado es una estructura maciza, igníduga y resistente a todo tipo de impactos y rozaduras, con una suela especial, impermeable y, además, preparada para proporcionar las máximas prestaciones en los entornos más variados y exigentes.
Las botas tácticas destacan de forma especial por su caña alta, sus herrajes, su puntera, cordones y un cambrillón con un refuerzo especial que, en conjunto garantizan su conservación con el paso del tiempo e, incluso ante situaciones de especial exposición o desgaste por factores externos de tipo climatológico.
No obstante, esto tan sólo es un ejemplo. Podríamos decir que todo el stock que encontramos dentro de tiendas especializadas en ropa y complementos militares refleja un equilibrio entre la funcionalidad, la estética y el marcado peso simbólico y emblemático propio de la institución a la que representan.