
El récord de Darwin Machís que también involucra al Cádiz CF

El futbolista venezolano Darwin Machís acaba de firmar un récord que pocos futbolistas quieren tener y que, además, implica al Cádiz CF.
Machís ha conseguido esta temporada lo que pocos jugadores han logrado antes: descender cuatro años seguidos a Segunda División. Pocos no, solo un jugador había pasado antes por eso en España y fue en los años 60.
El extremo venezolano ha igualado así un récord que no se repetía desde la década de 1960, cuando Jorge Larraz, argentino nacionalizado ecuatoriano, vivió también un póker de descensos consecutivos con cuatro equipos diferentes. En el caso de Machís, la hazaña tiene un matiz: se ha repartido entre tres clubes, repitiendo con el Real Valladolid en dos ocasiones.
La cronología de este declive reciente habla por sí sola:
- 2021-22: Granada CF
- 2022-23: Real Valladolid
- 2023-24: Cádiz CF
- 2024-25: Real Valladolid
Una racha que, lógicamente, ha supuesto la caída brusca de su valor de mercado. Según TransferMarkt, pasó de 10 millones de euros en octubre de 2020 a tan solo 1 millón en marzo de 2025. Una curva que refleja también el rendimiento sobre el césped: en los últimos cuatro años suma apenas 9 goles en liga, y en los dos últimos cursos no alcanza ni 800 minutos jugados por temporada.
Cuatro descenso en cuatro años supone que, pese a bajar con su equipo, otro club de Primera vuelve a confiar en su fútbol para tratar de amarrar la permanencia a la campaña siguiente. Salvo en el caso del Real Valladolid, que dada su alta ficha casi inasumible para un segunda, lo cedió al Cádiz tras descender y, tras bajar con el cuadro cadista, lo recuperó al finalizar su cesión. Para acaar bajando de nuevo.
Un récord con un solo antecedente en la liga española. Como recordaron Aitor Lagunas en el podcast El atlas de Brazalete y Pedro Martín en Tiempo de Juego de COPE (perfil de X: @pedritonumeros), solo el argentinbo (nacionalizado ecuatoriano) Jorge Larraz protagonizó algo similar a finales de los años 50 y comienzos de los años 60 del pasado siglo.
Aquel delantero descendió con Las Palmas (1959-60), Granada (1960-61), Tenerife (1961-62) y Deportivo (1962-63). Lo hizo con cuatro camisetas diferentes, lo que añade mérito —o castigo— según se mire. Machís, en cambio, ha repetido descenso con el Valladolid, aunque entre medias vivió su efímero paso por el Cádiz.
Eso sí, se redimió porque en la 63-64 ascendió con el Depor a Primera (siguieron contando con él) y tras recalar en el Racing de Ferrol en Tercera logró el ascenso del cuadro racinguista a Segunda en la campaña 1965-66.
Machís y las desconexiones
Darwin Machís tiene cierta tendencia a acabar borrándose de las plantillas y conforme el equipo va mal, se va diluyendo. En Cádiz, por ejemplo, firmó un gol ante el Celta que sirvió para alimentar ilusiones de permanencia, pero más allá de eso, su peso en el campo ya se había diluído pese a ser uno de los llamados a tirar del carro (dos goles ante el Villarreal en el arranque ilusionaron a la afición).
Durante su anterior etapa en Segunda División, su aportación fue bastante más destacada, especialmente tras su llegada en el mercado de invierno. Pero desde entonces, su rendimiento ha ido cayendo a la par que su valor y su protagonismo.
Esta temporada con el Valladolid ha disputado solo 676 minutos en 18 partidos entre liga y copa, sin marcar ni asistir. Su ficha actual resulta prácticamente inasumible para la mayoría de clubes de Segunda, lo que complica enormemente su encaje en plantillas con presupuestos ajustados. Y mientras los equipos sufren, él parece pasar por las temporadas como si estuviese ajeno al contexto.
A diferencia de Larraz, que logró redimirse con un ascenso con el Deportivo en 1963-64 y posteriormente subir con el Racing de Ferrol desde Tercera, Machís parece quedar atascado en la repetición del mismo ciclo: aterriza en equipos con la permanencia como objetivo, comienza con minutos y algo de protagonismo, y cuando el viento sopla en contra, su impacto se desvanece hasta la irrelevancia.
Una paradoja amarga para un jugador que desde 2020 es internacional con Venezuela y llegó a ser tasado en cifras de dos dígitos. Hoy, su nombre queda asociado a un récord que nadie quería igualar.