Denuncian la aparición en Cádiz de carteles que podrían encubrir ofertas de prostitución

Han aparecido en diferentes puntos de la ciudad

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Alertan sobre la presencia de carteles en varias calles de Cádiz con mensajes redactados en tono informal que, sin mencionar explícitamente actividades sexuales, podrían estar encubriendo ofertas de prostitución. Colocados en árboles y farolas del centro histórico y zonas de gran tránsito, estos anuncios han generado preocupación por las expresiones que incluyen, como “cama, cama y cama” o “ver la puesta de sol, tomar una cerveza y cama”.

Uno de los mensajes más comentados presenta a una mujer joven que se describe como “simpática, guapa, divertida y humilde”, invitando finalmente a contactar con ella por WhatsApp. La reiteración del término “cama”, el tono desenfadado y el formato callejero han llevado a colectivos feministas a advertir de que este tipo de carteles podrían funcionar como método de captación encubierta, especialmente tras una reciente operación contra la trata de mujeres llevada a cabo por la Policía Nacional en la ciudad.

Esa operación, desarrollada por el Grupo Operativo de Extranjeros de la Comisaría Provincial de Cádiz, en colaboración con la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, culminó con cuatro detenciones (dos de ellas en Cádiz y una en San Fernando), la liberación de tres mujeres y la identificación de al menos 32 víctimas. Según fuentes policiales, las víctimas eran jóvenes colombianas captadas en Medellín mediante videollamadas y falsas promesas de empleo en Europa. Una vez en Cádiz, eran obligadas a ejercer la prostitución en pisos del Paseo Marítimo, bajo vigilancia constante, amenazas y deudas de hasta 14.000 euros.

Entre los detenidos figura un matrimonio residente en Cádiz —con antecedentes por tráfico de drogas— que dirigía la red desde su domicilio en la calle Ceuta. También se detuvo a una mujer colombiana que captaba a las víctimas en origen y a un hombre de San Fernando que las controlaba en destino. La investigación permitió localizar documentos de deudas, cámaras de vigilancia, contratos falsos y dinero en efectivo durante los registros.

Tras esta operación, el colectivo Cádiz Abolicionista volvió a alzar la voz. En un comunicado difundido entre sus contactos, advirtieron que la prostitución en Cádiz no es un fenómeno marginal, sino parte de una estructura que actúa “con total impunidad” desde pisos turísticos, salones de masajes y plataformas digitales, y que se beneficia de un contexto de permisividad institucional y ausencia de políticas públicas.

El colectivo feminista señala que la masificación, la turistificación y la mercantilización del espacio urbano han creado condiciones propicias para que estas redes se asienten. A su juicio, los carteles callejeros no pueden entenderse como un hecho anecdótico, sino como posibles señales de un problema mayor que requiere actuación inmediata.

Desde 2021, Cádiz Abolicionista ha presentado al Ayuntamiento propuestas como la separación de la Delegación de Igualdad y LGTBI, y la inclusión de mujeres en situación de prostitución dentro del servicio municipal Unidad Alerta, actualmente destinado a víctimas de violencia de género. “Eran medidas razonables y asumibles, pero seguimos sin respuesta”, afirman.

En medio de esta serie de denuncias, la web oficial del colectivo fue hackeada esta misma semana. Según relatan, cuando iban a publicar su último comunicado, la página fue sustituida por contenido sexual explícito. El mensaje que aparecía comenzaba con la frase: “Hola, soy Carla, abuela 51 años multiorgásmica, muy viciosa…”, lo que convirtió su sitio en una página de citas sexuales. “Ha sido un ataque directo a nuestra labor”, denunció Mayca Romero, portavoz del colectivo.

Romero explicó que han perdido “todo el material: campañas, manifiestos, fotografías de movilizaciones”. Inicialmente, la empresa encargada de la web les comunicó que no podrían recuperar la información; sin embargo, tras la denuncia pública del ataque, han comenzado a trabajar para intentar recuperar parte de los contenidos y documentación, con el objetivo de que puedan alojarse próximamente en una nueva página web, ya que el dominio original ha quedado inservible. “El ataque fue lanzado desde una dirección en Rusia”, aseguraron los informáticos, aunque el rastreo apunta al uso de bases de datos regulacionistas filtradas y comercializadas a nivel internacional.

Por el momento, el Ayuntamiento de Cádiz no ha hecho declaraciones ni sobre los carteles ni sobre el hackeo ni sobre la posible relación con la red desmantelada. Desde Cádiz Abolicionista exigen una reacción firme: “Pertenecer a la Red de Municipios Libres de Trata no puede ser solo un gesto simbólico. O se traduce en políticas reales, o es pura retórica”.

Mientras preparan una nueva página web, el colectivo continúa su actividad desde redes sociales y canales alternativos. “Cádiz merece algo más que silencio”, concluyen.