
Hackean la web de Cádiz Abolicionista con contenido sexual
El ciberataque se ha producido justo cuando denunciaban la impunidad de la prostitución en Cádiz tras la intervención policial en el Paseo Marítimo

La página web del colectivo feminista Cádiz Abolicionista ha sido hackeada con contenido sexual explícito justo en el momento en que iban a difundir un comunicado tras la operación policial que desarticuló una red de trata de mujeres en la ciudad.
El incidente, según denuncian sus propias integrantes, ha supuesto la pérdida de todo el material de trabajo acumulado en años de campañas contra la explotación sexual.
“Hola, soy Carla, abuela 51 años multiorgásmica, muy viciosa. Apasionada y sin prisas…” fue el mensaje que se encontraron ayer por la tarde al intentar acceder al dominio cadizabolicionista.es. Según explican, un ataque informático convirtió su página en un sitio de citas sexuales, una burla directa hacia una organización que lucha precisamente por la abolición de la prostitución y el castigo del proxenetismo.
La portavoz del colectivo, Mayca Romero, denunció públicamente el ataque, señalando que han perdido “toda la información, material de campañas, manifiestos y las imágenes de movilizaciones de años”. La empresa que gestionaba su web les ha confirmado que no podrán recuperar nada. “Teníamos un nivel de protección muy bajo y no fuimos conscientes del riesgo”, lamentó Romero.
Según la información que recibieron de los técnicos, el hackeo fue ejecutado desde algún punto de Rusia, aunque la portavoz detalla que “el rastreo parte de bases de datos regulacionistas que luego se venden a nivel internacional”.
El ataque se produjo apenas unas horas después de que Cádiz Abolicionista difundiera por canales privados, como WhatsApp, un nuevo comunicado en el que denunciaban la creciente presencia de prostitución en pisos turísticos, salones de masajes y plataformas digitales tras la reciente operación policial en la ciudad. En dicho comunicado critican duramente la “permisividad institucional” y la “falta de políticas públicas centradas en los derechos de las mujeres”.
“Cádiz se ha convertido en un entorno propicio para que operen mafias que sostienen el sistema prostitucional”, afirman. El colectivo vincula esta realidad con factores como la masificación, el auge de la turistificación y la mercantilización del espacio urbano, que, según explican, “favorecen el asentamiento de redes de explotación sexual”. En este contexto, subrayan que “la prostitución no es un fenómeno marginal, sino parte de una lógica económica que tolera la violencia disfrazada de consumo o elección”.
Desde que comenzó el actual mandato municipal, Cádiz Abolicionista ha presentado propuestas concretas, como la separación de la Delegación de Igualdad y LGTBI para atender por separado cada realidad, y el reconocimiento de las mujeres en situación de prostitución como víctimas de violencia de género dentro del servicio municipal Unidad Alerta. Ninguna ha recibido respuesta hasta el momento, según denuncian.
Además, el colectivo insiste en que “más allá de acciones simbólicas, Cádiz no cuenta hoy con una política pública estructural frente al sistema prostitucional”, y critican que prostituidores y proxenetas “actúan con total impunidad desde pisos turísticos, salones de masajes y redes digitales”.
“Exigimos la puesta en marcha de un plan municipal integral contra la explotación sexual, con presupuesto, personal formado, mecanismos de inspección reales y campañas que no se limiten a lemas, sino que cuestionen de fondo los discursos que legitiman el sistema prostitucional”, añade el comunicado.
El colectivo recuerda también que en 2021 el Ayuntamiento —con el voto del Partido Popular, hoy en el Gobierno local— aprobó la adhesión a la Red de Municipios Libres de Trata, algo que, según denuncian, no se ha traducido en ninguna medida práctica. “Pertenecer a la Red no puede ser una medalla institucional vacía. Cádiz merece más que silencio. Gobernar no es ocupar una silla, es asumir compromisos”, sentencian.
Mientras trabajan en una nueva página web con mayor seguridad, las activistas continúan su actividad a través de redes sociales. El hackeo ha sido percibido por el colectivo como un acto de sabotaje simbólico, que intenta desacreditar su labor y silenciar su discurso, en un momento en que el debate sobre la prostitución y la trata está más presente que nunca en la agenda pública local.