
La reforma del albergue municipal de Cádiz supera el ecuador
El Ayuntamiento de Cádiz asegura que la reforma ya está ejecutada en un 60 por ciento

El alcalde de Cádiz, Bruno García, ha visitado las obras de reforma del albergue municipal para personas sin hogar, ubicado en la plaza Macías Rete. Las actuaciones en marcha, según ha comunicado, se encuentran ya al 60% de su ejecución.
Este centro, uno de los pocos recursos municipales de alojamiento para personas en situación de exclusión, ha sido objeto de numerosas críticas por el deterioro acumulado en los últimos años y por la falta de respuesta institucional.
La intervención, que se financia con fondos propios del Ayuntamiento por un valor de 400.000 euros con IVA incluido, incluye actuaciones dirigidas a mejorar la habitabilidad y la eficiencia energética del edificio. Entre las obras previstas figuran la instalación de un sistema de ventilación adecuado, la sustitución de toda la carpintería exterior para evitar la entrada de frío, la colocación de paneles solares para abastecer de agua caliente sanitaria, así como el recubrimiento completo de la fachada.
También se está llevando a cabo la renovación de toda la instalación eléctrica, de fontanería y saneamiento. Además, se han diseñado mejoras en la carpintería interior, sustituyéndola por materiales más resistentes a la humedad, un aspecto esencial dadas las condiciones ambientales de Cádiz. Los dormitorios, los baños y la cocina, que anteriormente presentaban deficiencias notables, también están siendo remodelados para ofrecer un entorno más digno a los usuarios del centro.
Según ha indicado el alcalde, las condiciones del albergue eran insostenibles, debido a años de abandono y falta de mantenimiento. Durante su visita, expresó que la actuación actual va más allá de una mera reforma estructural y representa una transformación del modelo de atención a personas sin hogar. En este sentido, mencionó otros proyectos vinculados, como la apertura del centro en la calle Setenil de las Bodegas, cedido por la empresa municipal Procasa, y la construcción de un nuevo centro en la calle Soledad sobre suelo municipal, financiado con una subvención de la Junta de Andalucía.
No obstante, la atención a las personas sin hogar es uno de los aspectos especialmente criticados de la gestión de Bruno García. Recientemente ha presentado a los colectivos sociales un Plan de Inclusión Social, que el Ayuntamiento no ha hecho público al tratarse, señala, de un borrador que debe ser aprobado en Pleno. Esta situación ha generado incertidumbre entre asociaciones y entidades del tercer sector que reclaman mayor transparencia y participación en las decisiones que afectan directamente a sus áreas de intervención.
Uno de los datos aportados por el Ayuntamiento durante la visita institucional es el aumento del número de plazas de alojamiento alternativo en pensiones, que ha crecido en un 60% respecto a 2022. Gracias a este refuerzo, la ciudad de Cádiz contará próximamente con más de 80 plazas disponibles para personas sin hogar, una cifra significativamente superior a las 20 plazas existentes hace unos años.
La reforma del centro de Macías Rete se inscribe en una política más amplia de mejoras en los servicios municipales de atención social. Sin embargo, organizaciones especializadas han advertido que estos esfuerzos deben ir acompañados de una estrategia clara, sostenida en el tiempo y participativa. No basta con reformar instalaciones si no se redefine el modelo de intervención social desde un enfoque inclusivo y adaptado a las necesidades reales de la población más vulnerable.
La actuación ha sido bien recibida por parte de algunos colectivos, aunque insisten en la necesidad de vincular estas mejoras a un marco normativo y presupuestario transparente. La falta de publicación del Plan de Inclusión Social, aún en fase de borrador, y su ausencia en los debates plenarios del Ayuntamiento, generan dudas sobre la coherencia de la estrategia global municipal en materia de sinhogarismo.
Desde el Consistorio se insiste en que la mejora de las infraestructuras es un paso necesario, pero las entidades sociales recuerdan que la respuesta al sinhogarismo requiere también medidas estructurales, políticas públicas coordinadas y una implicación real de todas las administraciones. La situación de muchas personas en Cádiz sigue siendo crítica, y el reto es garantizar no solo un techo temporal, sino acompañamiento, inserción y estabilidad habitacional a largo plazo.
Con las obras del albergue ya en marcha y con un avance del 60%, el Ayuntamiento trata de responder a una demanda histórica. Durante años, los colectivos sociales denunciaron el estado del centro sin obtener una respuesta contundente. Ahora, con una inversión concreta y con una planificación en curso, el foco se desplaza a la gestión y a la implementación de los servicios que complementen esta renovación física.
No se puede perder de vista que la atención a las personas sin hogar es uno de los aspectos especialmente criticados de la gestión de Bruno García. Recientemente ha presentado a los colectivos sociales un Plan de Inclusión Social, que el Ayuntamiento no ha hecho público al tratarse, señala, de un borrador que debe ser aprobado en Pleno. Las asociaciones insisten en que este plan debe someterse al escrutinio público y contar con la participación activa de quienes trabajan directamente con las personas en exclusión.
La evolución del proyecto del albergue servirá como termómetro de la voluntad política real para mejorar la atención a quienes más lo necesitan. Las obras representan una oportunidad, pero también una responsabilidad: la de cumplir con los compromisos adquiridos no solo en términos constructivos, sino también en la formulación de políticas sociales eficaces.
La ciudadanía espera que los cambios no se limiten a los muros del albergue, sino que marquen el inicio de un nuevo enfoque, más transparente, más participativo y más humano. Solo entonces será posible hablar de una verdadera transformación en la forma en que Cádiz responde al desafío del sinhogarismo.