
La eterna lucha contra la reventa en el COAC
Más de dos décadas de medidas contra la reventa en el COAC: entradas nominales, limitaciones de compra y anuncios sorpresa, en una batalla que sigue abierta

Desde hace más de dos décadas, la batalla contra la reventa de entradas del COAC ha sido una constante en Cádiz. Cada año, el Ayuntamiento introduce nuevas restricciones para intentar frenar la especulación con los precios de las localidades, pero los reventas siempre encuentran una manera de adaptarse.
Este año no es una excepción y uno de los cambios más llamativos, es el aviso oficial a una hora nada habitual, muy temprana. Aviso y puesta a la venta. Para las entradas de semifinales ha sido a las 6:45 horas de un sábado y la entradas se han venido desde las 8:00. Y para las de cuartos fue poco antes de 8:00 y la venta comenzó a las 9:00.
Esta lucha contra la reventa se inició con un episodio allá por 1999, cuando un grupo de reventas llegó a reventar la cola de venta de entradas y zarandeó al entonces concejal de Fiestas, Juan Antonio Guerrero, al que incluso llegaron a coger por la pechera. Aquel episodio dejó claro que la reventa se había ido de las manos y dejaba de ese ese mercado del que tiraba la afición que quería disfrutar del concurso. Con el crecimiento del certamen y de la atención mediática, los precios de la reventa se fueron disparando y cada vez copaban más y más entradas, dejando pocas localidades para, digamos, el público general.
En este tiempo, el Ayuntamiento ha probado diferentes estrategias para combatir lo que había pasado casi de una necesidad para mucha gente a un problema para la mayoría. Una de las medidas más llamativa fue la de sortear las entradas de la final entre quienes quisieran acceder a esta última función. Un sorteo que se eliminó hace pocos años poniendo las entradas a la venta en un punto de Cádiz, favoreciendo a la afición de la capital.
Pero también se han tomado otras medidas. La venta de entradas nominales fue un paso importante en esta pelea, obligando más adelante a que el DNI de la persona que accediera al teatro coincidiera con el que figuraba en la entrada. Esto dificultó la reventa tradicional, pero no la eliminó. Rápidamente, surgió la venta de turnos en la cola: quienes no podían comprar entradas de manera legal pagaban a otras personas para que ocuparan su lugar en la fila y se los cedieran luego.
Con el paso de los años, se añadieron nuevas restricciones:
- El DNI es obligatorio para acceder al teatro y debe coincidir con el de la entrada adquirida.
- No se admiten cambios ni devoluciones.
- Cada persona puede comprar un número limitado de entradas.
- No se pueden comprar localidades en zonas diferentes del teatro en una misma compra.
Sin embargo, la picaresca nunca desapareció. Cuando la reventa de turnos en la cola se convirtió en algo habitual, comenzaron a pagar a personas para hacer la fila por ellos desde días antes y así garantizarse las entradas. Una situaciuón que sigue sucediendo, con personas (muchas de ellas de fuera de Cádiz) que organizan a auténticas cuadrillas de decenas de personas para que desde días antes hagan estas colas preventivas. Incluso, desde la organización suelen dificultarles a las más conocidas que puedan entrar en la cola en el lugar de otra persona.
Estas colas preventivas, o del por si acaso, han ocurrido esta noche, con la puesta a la venta de las entradas de semifinales. Se barruntaba que podían salir este sábado 8 y decenas de personas han hecho noche ante el Ayuntamiento, el Falla y el ECCO, lugares habituales para la puesta a la venta de entradas. Basta miras las sillas de playas esperando en la puerta del Falla mientras quienes las habían usado durante la noche compraban sus localidades.
Más restricciones
Con la llegada de Beatriz Gandullo a la Concejalía de Fiestas, el Ayuntamiento ha implementado más medidas para frenar la reventa. En la venta de cuartos de final del COAC 2025, se impusieron nuevas limitaciones:
- Cada persona solo podía comprar un máximo de dos entradas por sesión.
- Si se adquiría el número máximo de entradas permitidas (dos por persona), solo se podían comprar para un máximo de tres sesiones.
En la venta de semifinales, el máximo de entradas para funciones que se podían adquirir si se compraban dos localidades era para dos. Esto obligaba a los compradores a elegir estratégicamente qué sesiones querían, dificultando la acaparación masiva de localidades.
Para la venta de semifinales, el Ayuntamiento dio un paso más en su estrategia: anunciar el inicio de la venta con solo una hora de antelación y en plena madrugada.
Este sábado 8 de enero, las entradas para las semifinales se pusieron a la venta a las 8:00 de la mañana, pero el anuncio oficial llegó a las 6:45. Esto evitó que estas personas que manejan a sus grupos pudieran organizarse con antelación, pero no eliminó por completo las colas preventivas. Muchos aficionados y estas personajes que manejan esa reventa, imaginando que las entradas podrían salir ese día, pasaron la noche en los bajos del Ayuntamiento, junto al Gran Teatro Falla o en las inmediaciones del ECCO, los puntos habituales de venta.
Cuando se inició la venta, el panorama era claro: sillas de playa, mantas y grupos de personas que llevaban esperando desde la madrugada para asegurarse un asiento en el Gran Teatro Falla. O al menos para comprar la entrada.

Las sillas de playa son una buena pista de que la cola se ha formado desde horas antes del anuncio oficial.
“Todo lo que podamos hacer contra la reventa, lo vamos a hacer“
La concejala de Fiestas, Beatriz Gandullo, ha defendido las medidas que el Ayuntamiento ha ido implementando para frenar la reventa, asegurando que la prioridad es que las entradas lleguen al mayor número posible de personas aficionadas y que los gaditanos y las gaditanas tengan más facilidades para acceder a ellas.
“Desde el Ayuntamiento, todo lo que podamos hacer contra la reventa, lo vamos a hacer“, afirma Gandullo, aunque reconoce que no tienen constancia de que este fenómeno se esté produciendo a gran escala. “Estamos dándole muchas vueltas a la venta de entradas, pero siempre bajo dos premisas: favorecer a los vecinos y vecinas de Cádiz para que acudan al teatro y que asista el mayor número posible de personas. Ambas medidas tienen un efecto disuasorio en una posible reventa“.
La concejala destaca que en esta edición del COAC se han reforzado las restricciones con varias estrategias, como priorizar la venta presencial, cambiar el punto de venta y limitar la compra a un máximo de dos sesiones por persona. A esto se suman medidas ya establecidas en años anteriores, como la obligatoriedad de que la persona que haga la cola compre una entrada a su nombre y el cotejo del DNI a la entrada del teatro por parte de los agentes de seguridad.
“Sabemos que las medidas no eliminan la reventa al cien por cien, pero seguimos trabajando para hacerla más difícil y evitar que las entradas acaben en un mercado paralelo“, señala Gandullo.
La norma 'El de Conil'
A pesar de las restricciones, el Ayuntamiento ha mantenido una excepción pensada para los verdaderos aficionados. Desde el año pasado, una persona que quiera asistir a todas las funciones de cuartos o semifinales puede comprar una única entrada por sesión hasta completar todas las noches de esa fase.
Esta medida, bautizada entre los habituales de la cola y del teatro como “La norma El de Conil”, se instauró después de que un aficionado de esta localidad gaditana comentara a la concejala de Fiestas, Beatriz Gandullo, que él quería asistir a todas las funciones aunque fuera solo. A partir de ese momento, se permitió que quien realmente quisiera disfrutar de todo el COAC pudiera hacerlo sin las limitaciones del resto de compradores.
¿Se está ganando la batalla?
Las medidas parecen estar dificultando la reventa, pero también parece imposible erradicarla. Ahora, los reventas han optado por invertir más dinero en pagar a jóvenes para hacer las colas por ellos y así asegurarse un buen número de entradas.
Sin embargo, con seis puntos de venta funcionando simultáneamente, la alternancia en la distribución de localidades, la restricción de compra por zonas y los anuncios sorpresa, la estrategia municipal sigue buscando maneras de hacer más difícil el negocio de la reventa.
Por el momento, la lucha continúa. Mientras los aficionados intentan conseguir sus entradas, la reventa sigue adaptándose a cada cambio. Y el Ayuntamiento, con cada nueva estrategia, intenta seguir complicándoles la jugada.