Sala de espera de un ambulatorio con asientos rojos, pared blanca y verde y puertas en tono blanco con marco beige.
Sala de espera del Centro de Salud Joaquín Pece de San Fernando.

El Centro de Salud Joaquín Pece de San Fernando, nuevo escenario de violencia contra una trabajadora

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El Centro de Salud Joaquín Pece, en el barrio de La Ardila, en San Fernando, ha sido escenario de un nuevo episodio de violencia verbal y vuelve a poner el punto de atención sobre la fragilidad con la que el personal sanitario convive a diario.

Este nuevo sucesos de violencia verbal ha sido contra una auxiliar administrativo, que desempeña sus funciones en la Unidad de Atención a la Ciudadanía, ha sido objeto de gritos e insultos por parte de un usuario que estaba muy molesto por el tiempo de espera.

Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Cádiz se ha dado la voz de alarma sobre este nuevo caso y lo han hecho, como viene siendo habitual, con una denuncia pública de forma contundente y que viene a poner en evidencia un patrón creciente de agresiones verbales y físicas afectando a los y las profesionales de la sanidad pública andaluza.

En opinión del sindicato estas agresiones se ven favorecidas por la falta de medidas eficaces así como la escasez de recursos humanos y la absoluta desprotección institucional.

Estado de la empleada del Centro de Salud Joaquín Pece de San Fernando

La empleada, tras la agresión, se encontraba visiblemente afectada y precisó de asistencia sanitaria inmediata. Posteriormente, como se marca en los protocolos, interpuso la correspondiente denuncia. CSIF recalca un matiz fundamental: la denuncia no es solo un paso administrativo, realmente se convierte en una herramienta vital para visibilizar una realidad que si no queda registrada se invisibiliza.

Desde CSIF se ha indicado que "si no se registran las agresiones, parece que no existen, por lo que se minimiza la magnitud de este problema que va en aumento", advierten con una evidente preocupación.

Lo que ha ocurrido en San Fernando es un caso más en una larga lista de episodios similares en otros centros del Distrito Sanitario Bahía de Cádiz – La Janda. Por ello el CSIF redobla sus esfuerzos en hacer un llamamiento a las autoridades competentes. Los comités de seguridad y salud tiene una exigencia evidente: dotar a todos los centros de salud del distrito de personal de seguridad a fin de garantizar la integridad física y emocional de los trabajadores y trabajadoras sanitarios.

Además se denuncia la falta de comunicación y transparencia institucional, directamente a la delegada territorial de Sanidad en la provincia de Cádiz, en la que se ha expresado lo “lamentable que es que no acepte reunirse con nosotros para explicarnos qué medidas está tomando ante la cantidad de casos de agresiones, sean verbales o físicos”.

Estas agresiones no se producen de forma espontánea, según CSIF responden a un clima de deterioro del sistema, en las que hay listas de espera interminables, infraestructuras deficientes y el personal está exhausto. Es el personal de primera línea como médicos, enfermeras, auxiliares administrativos o celadores los que se convierten en la válvula de escape a la frustración del ciudadano.

CSIF ha denunciado esta situación durante años insistiendo  en que no bastan las palabras de solidaridad ni las promesas vacías de reforzar la seguridad "en el futuro". Se  exige con urgencia que haya personal de seguridad en cada centro, que haya un endurecimiento de sanciones para los agresores y una revisión urgente del plan de agresiones del Servicio Andaluz de Salud (SAS), que no está funcionando, según el sindicato.