
La 'aldea gala' de resistencia vecinal escenifica su lucha contra la presión inmobiliaria junto al Teatro Falla
Una pancarta colgada marca el inicio visible de la resistencia en Plaza Fragela 3

La imagen de una pancarta colgada desde el número 3 de la Plaza Fragela, con el mensaje “Nos quedamos”, resume el sentir de las tres familias que aún resisten en la finca frente al Teatro Falla.
Esta nueva aldea gala de resistencia vecinal para mantener su vivienda ha escenificado esta tarde del 27 de mayo su lucha junto al Teatro Falla de Cádiz, con el apoyo de numerosos colectivos y la actuación final de la comparsa Las ratas, de Jesús Bienvenido.
El edificio, esa “aldea gala”, se declaró oficialmente “en lucha” en un acto convocado por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz.
El conflicto con la nueva propiedad (el Grupo Abu y la inmobiliaria Ovando Homes) se arrastra desde hace meses. Las vecinas denuncian presiones, obras sin licencia, bloqueo de pagos y abandono institucional. Una menor resultó herida por un puntal mal colocado, señalan. “No somos okupas. Somos familias trabajadoras. Queremos seguir pagando, pero no nos cogen el dinero”, explicó una de las inquilinas, Inmaculada Michinina.
Alrededor de medio centenar de personas asistieron a la convocatoria, entre ellas colectivos vecinales y representantes políticos. La protesta culminó con la actuación de la comparsa Las Ratas, de Jesús Bienvenido, que puso música a un acto donde se repitió una idea una y otra vez: de Fragela 3 no se van a mover.
La convocatoria, organizada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz, reunió a medio centenar de personas. Participaron colectivos como Cádiz Resiste, la Plataforma de Amigos y Vecinos del Pópulo, Marea Verde o Brigadas Amarillas, además de representantes del grupo municipal Adelante Izquierda Gaditana. Con pancartas como “Resistencia vecinal” o “Nos quedamos”, se escenificó la determinación de las inquilinas de no abandonar sus casas. La pancarta, pintada a mano durante la concentración y colgada desde la azotea, fue uno de los momentos más significativos del acto.
“Ellas han sido las primeras en Cádiz en declarar un bloque en lucha”, aseguró María Sánchez, portavoz del sindicato. “Y detrás vendrán más. Vamos a defender cada finca y cada barrio, hasta que nos falte el aire”.
Las vecinas denunciaron públicamente el “asedio inmobiliario” que sufren desde hace meses: burofaxes de no renovación, bloqueo del pago de alquiler, obras en el interior del edificio —según ellas, sin licencia y sin medidas de seguridad— y total abandono por parte de las instituciones. “Somos familias normales, mileuristas, con hijos. No somos okupas. Queremos seguir pagando, pero no nos cogen el dinero”, explicó Inmaculada Michinina, que lleva más de diez años residiendo en el bloque.
Jessica Otero, otra de las afectadas, relató con visible emoción que ha recorrido toda Cádiz buscando un alquiler asequible: “Me conocen en todas las inmobiliarias. Yo quería irme, pero no encuentro nada que pueda pagar. ¿Qué hago?”. Ambas subrayaron que siguen abonando el alquiler mediante una cuenta judicial.
También recordaron que una menor resultó herida por la caída de un puntal mal colocado durante las obras. “Mi hija venía del instituto. Le cayó encima, por suerte llevaba la mochila. Pudo haber sido mucho peor”, advirtió Michinina.
Desde el Ayuntamiento, se ha aclarado que la empresa presentó una declaración responsable para realizar un estudio geotécnico, pero no tiene aún licencia de obra concedida. Las vecinas insisten en que, pese a ello, los trabajos con maquinaria siguen adelante cada mañana.
“Tenemos claro que esos pisos no son para gente de Cádiz”, denunció Michinina. “A nosotros ni siquiera nos han dado la opción de compra. Lo que quieren es vaciarlo todo para vender a otros”.