
Los mitos del Cádiz CF de 1985 se reencuentran 40 años después: cadismo, un jamón y una foto legendaria
El Grupo Arsenio logra reunir a la generación más gaditana del Cádiz CF cuatro décadas después de la primera permanencia

Hay fotos que activan la memoria. Y los sentimientos. Y hay recuerdos que despiertan esos sentimientos. Hace unos días, el fotógrafo Kiki rescató en sus redes una imagen de hace 40 años: un grupo de futbolistas sonrientes, un jamón y una caña de lomo sorteada por Arsenio Cueto en el Mesón del Duque entre la plantilla de un Cádiz CF que acabaría logrando su primera permanencia en Primera División. El inicio de la época dorada del Cádiz, con siete años consecutivos en la máxima categoría.
Esa imagen lo activó todo: el Grupo Arsenio, con Raúl Cueto (hijo de Arsenio y también hostelero) al frente, y con la ayuda de Hugo Vaca, logró reunir a los mitos del 85 en el mismo lugar, con el mismo espíritu… y con el mismo sentimiento cadistas y gaditano que era el sello y el secreto de aquel equipo.

La imagen que lo activó todo. Kiki captó este momento en 1985: un jamón, una plantilla irrepetible y mucho cadismo. Cuando la recastó en redes arrancó el homenaje. Foto: Kiki.
El encuentro ha tenido lugar en el Arsenio Manila, el local que ocupa el espacio del histórico Mesón del Duque, donde el Cádiz CF solía celebrar en aquella época los almuerzos antes de los partidos. Un lugar sagrado para el cadismo ochentero. Y allí volvieron, cuatro décadas después, algunos de los jugadores más queridos de aquella generación.

Cuarenta años después, los mitos del 85 y los protagonistas de esa foto volvieron a reunirse en el mismo lugar. Foto: José Luis Porquicho Prada.
Entre los asistentes, por allí estaban Linares, Escobar, Pepe Mejías, Manolito, Hugo Vaca, Rosado, Amarillo, López, Choquet, Mané o Dieguito, integrante sdel cuerpo técnico como el segundo entrenador Luis Escarti o el médico, Miguel Ángel Martínez Villar, junto a veteranos del Cádiz como Paco Baena o Josemi o el periodista ya jubilado Juan Manuel Pedreño. El ambiente era de emoción contenida y alegría compartida: ver a esos rostros que eran parte de esa familia cadista mucho menos amplía, ruidosa y visible que la actual en un reencuentro así no se vive todos los días.
En este montaje te presentamos los dos momentos: a la izquierda hace 40 años, con Juan José mostrando el jamón que había ganado y Pepe Mejías con la caña de lomo. A la derecha, Choquet recibe el jamón de 2025 de Raúl y Arsenio Cueto.
El Cádiz CF colaboró en el acto. Asistieron el presidente Manuel Vizcaíno y el directivo Pepe Mata. También estuvieron antiguos trabajadores del Mesón del Duque, socios del Grupo Arsenio y muchos seguidores que no quisieron perderse la cita.
Homenaje a Arsenio
Uno de los momentos más sentidos fue el homenaje a Arsenio, figura irrepetible del cadismo. Fue más que un hostelero: fue anfitrión, confidente y parte de aquel Cádiz de los 80 que empezaba a creer en sí mismo. En su Mesón del Duque no solo comía el equipo, comían casi a diario los futbolistas en lo que era casi su segunda casa.
Durante el acto, los jugadores y el club le entregaron una camiseta Meyba de la época, firmada por los asistentes, y una placa conmemorativa. Otra camiseta, también firmada, será donada a una ONG.

Momento inolvidable: Arsenio recibe la camiseta Meyba firmada por sus jugadores. Foto: José Luis Porquicho Prada

Pepe Mejías y Arsenio ríen recordando las antiguas fotos que llevó Kiki. Foto: José Luis Porquicho Prada.
Hubo firmas, abrazos, charlas, jamón, caña de lomo, más abrazos, un nuevo sorteo —como entonces—, y un momento muy especial: la hija del recordado Do Santos recogió la caña de lomo entre aplausos. Pepe Mejías había ido a buscarla para que, de alguna forma, su padre también estuviera presente, y acabó siendo la agraciada con ese premio después de que Arsenio (con la ayuda de la encargada de Bebo Los Vientos, Sailin Naranjo) sacara la papeleta en la que se escuchó un "Jorgeeeee".

Más emoción aún: la aparición de la hija del fallecido Dos Santos. Foto: José Luis Porquicho Prada.
No fue un acto cualquiera. Fue un encuentro con nuestra memoria futbolística. Para una parte importante de la afición del Cádiz CF, estos mitos fueron los primeros ídolos, los que representaron el Cádiz de la calle, de la gente, del alma. Este que escribe ha estado con políticos, artistas y deportistas… pero nadie me sigue emocionando tanto como ver a los héroes de mi infancia juntos otra vez. Porque ellos no solo jugaron: ellos se quedaron. Ellos siguen.