Niño arrodillado cosiendo unos balones de fútbol.
Niño cosiendo balones de fútbol.

La cara oculta del consumo: productos baratos hechos con trabajo esclavo

El proyecto se presentó el pasado año durante el VIII Foro Municipal por la Paz y los Derechos Humanos de Almería, que organizó la Asociación Almería para Todos

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La Asociación Española de Consumidores ha lanzado nuevamente una campaña de sensibilización con la misión de poder visibilizar las múltiples formas de esclavitud que, todavía en pleno siglo XXI, se esconden tras determinados hábitos de consumo.

La iniciativa busca abrir los ojos a los ciudadanos y recordar que, en ocasiones, decisiones cotidianas de compra o uso de servicios se relacionan de forma directa con la explotación de personas.

El proyecto se presentó el pasado año durante el VIII Foro Municipal por la Paz y los Derechos Humanos de Almería, que organizó la Asociación Almería para Todos.

En aquel encuentro, Miguel A. Ruiz, presidente de la organización, enfatizó sobre la urgencia de poner sobre la mesa estas problemáticas “los consumidores no son conscientes de que detrás de ciertos productos o servicios se ocultan dinámicas de esclavitud, y sin saberlo se convierten en partícipes de ellas”.

Según una encuesta elaborada por la propia Asociación, el 85% de los consumidores españoles no sabe que existen situaciones de esclavitud ligadas al consumo.

Más llamativo aún resulta otro dato y es que únicamente el 48% estaría dispuesto a cambiar sus hábitos para no contribuir a estas prácticas.

Estas cifras reflejan, según la organización, la necesidad imperiosa de realizar campañas pedagógicas y divulgativas que permitan a la ciudadanía comprender las consecuencias sociales y humanas de sus decisiones de compra.

Ámbitos de consumo más visibles: prostitución, pornografía y falsificaciones

La campaña pone especial énfasis en visibilizar sectores donde la explotación es mucho más evidente. Entre ellos, la pornografía y la prostitución, ámbitos donde numerosas personas se ven obligadas a participar sin una posibilidad real de negarse a ello.

Quienes consumen estos servicios, advierte la Asociación, raramente se detienen a pensar en la dimensión real de abuso y sometimiento que existe detrás.

Otro de los frentes señalados es la fabricación de productos de bajo coste destinados principalmente al mercado europeo.

Muchas de estas prendas, aparatos o accesorios, producidos en países empobrecidos en la que se elaboran debido al trabajo de personas sometidas a condiciones de esclavitud laboral, incluidos menores.

La falsificación de artículos también aparece como un fenómeno doblemente problemático puesto que primero implica el uso de mano de obra esclavizada en la fabricación, y segundo, por la explotación que sufren quienes son obligados a vender los productos en las calles de las ciudades, en modalidades de venta ambulante ilegal.

La campaña también aborda la creciente presencia de la ciberdelincuencia organizada donde son muchas las personas que son coaccionadas por redes y mafias para llevar a cabo fraudes y delitos digitales.

Esta forma de explotación, aunque menos visible para el consumidor medio, implica una de las nuevas caras de la esclavitud contemporánea.

La Asociación Española de Consumidores ha anunciado que la campaña combinará diferentes medios de actuación como son las charlas de sensibilización, jornadas de formación, la difusión de contenidos en redes sociales y medios de comunicación o la denuncia pública de prácticas irregulares detectadas en el transcurso de las actividades.

Con esta estrategia se trata de informar así como de remover conciencias, promoviendo cambios en el comportamiento de compra y consumo. El reto es poder pasar de la mera indignación a la acción responsable.

La campaña, impulsada bajo etiquetas como @asespconsumidor y consumidoresasociacion, es denunciar las formas de esclavitud modernas e implicar a la sociedad en su erradicación.

La organización se enfatiza en que cada decisión de consumo puede marcar la diferencia y que los ciudadanos tienen un papel central en la lucha contra este tipo de explotación.

Al poner de relieve estas realidades, la Asociación Española de Consumidores quiere dejar claro que la esclavitud no es un fenómeno del pasado ni tampoco es exclusivo de países lejanos pues está presente en dinámicas globales en las que todos, en mayor o menor medida, participamos como consumidores.