España bate récords en juego online en 2025 con un mayor control regulatorio

España bate récords en juego online en 2025 con un mayor control regulatorio

El casino online se consolida como el motor de la industria con más del 50% del mercado

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El sector del juego online en España vive en 2025 un momento de expansión sin precedentes. A medio camino entre motor económico y desafío regulatorio, la industria bate récords históricos en ingresos, mientras se enfrenta a la necesidad de reforzar el juego responsable y controlar el impacto social del auge digital.

Crecimiento récord del sector

Durante el segundo trimestre de 2025, el Gross Gaming Revenue (GGR) alcanzó los 410,26 millones de euros, un 18,6% más que en el mismo periodo de 2024. Con este ritmo, el año podría cerrar por encima de los 1.600 millones de euros, superando de largo el récord anterior de 1.454 millones.

El volumen total jugado entre abril y junio superó los 11.174 millones de euros, con un crecimiento interanual del 11,7%, mientras que las retiradas de fondos se incrementaron un 13%, hasta los 752 millones de euros. Estos datos reflejan un mercado en plena efervescencia y con un flujo económico en constante expansión.

Perfil de los jugadores

El número de usuarios activos también se dispara. En 2024 se alcanzaron los 1,99 millones de cuentas, con un crecimiento del 21,6% respecto al año anterior. La tendencia se mantiene en 2025, con una media mensual de más de 1,7 millones de jugadores.

El perfil dominante sigue siendo masculino (83,1%) y con edades comprendidas entre los 18 y 45 años (85,7%). La permanencia media de los jugadores en las plataformas es de 5,7 meses, aunque casi una cuarta parte abandona la actividad en períodos prolongados.

El casino online, motor principal

El casino online es el segmento que más ingresos genera, con 216,37 millones de euros en el segundo trimestre, equivalente al 52,7% del mercado. Las tragaperras lideran este crecimiento con un espectacular +33,5%, mientras que ruleta en vivo y blackjack mantienen su fortaleza.

En paralelo, las apuestas deportivas aportaron 171,4 millones de euros, aunque con contrastes: las apuestas tradicionales crecieron un 24,5%, mientras que las apuestas en directo cayeron un 33,2%.

Por el contrario, el póquer online vive una caída interanual cercana al 25%, siendo los torneos los más afectados, mientras que el bingo se mantiene en cifras marginales.

Un marco regulatorio más estricto

La reintroducción de los bonos de bienvenida tras la sentencia del Tribunal Supremo de 2024 supuso un repunte inmediato de usuarios, pero el gobierno ya trabaja en nuevas restricciones. El Real Decreto 176/2023, publicado en el Boletín Oficial del Estado, estableció obligaciones más estrictas para los operadores, como el uso de algoritmos centralizados de detección de riesgo.

A partir de septiembre de 2025, los jugadores catalogados como vulnerables tienen prohibido acceder a promociones, servicios VIP y pagos con tarjetas de crédito. Además, el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ) amplió sus funciones para bloquear el acceso a todas las plataformas con licencia.

Juego Seguro 2026-2030

La Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) presentó en junio el programa “Juego Seguro 2026-2030”, que fija límites centralizados de depósitos (600 € diarios y 1.500 € semanales) para todos los operadores. También prevé destinar más de un millón de euros a investigaciones universitarias que analicen el impacto del juego en distintos colectivos.

Según la propia DGOJ, este modelo coloca a España a la vanguardia europea en protección al consumidor y refuerza la supervisión en tiempo real de las plataformas digitales.

Impacto económico y futuro del sector

El juego online representa ya el 4,2% de la facturación del comercio electrónico español y el 7,1% de todas las transacciones digitales en el último trimestre de 2024. El crecimiento ha abierto el debate sobre una fiscalidad más progresiva, con la ministra María Jesús Montero defendiendo que los grandes operadores contribuyan más al interés general.

La irrupción de las criptomonedas, que ya suponen el 12% de las transacciones, y la cooperación europea en estándares de regulación, marcarán el futuro inmediato de una industria que crece a gran velocidad.