Las señales ocultas de la adicción a la lotería que cada vez más españoles ignoran

Las señales ocultas de la adicción a la lotería que cada vez más españoles ignoran

Los especialistas advierten que el juego puede pasar de hábito inocente a dependencia emocional sin que el jugador lo perciba

Actualizado:

Aunque la lotería sigue considerándose un entretenimiento tradicional y socialmente aceptado en España, los especialistas en salud mental advierten que este hábito puede derivar en una adicción silenciosa si no se reconocen sus primeras señales.

Lo que empieza como una ilusión semanal por comprobar los resultados del sorteo puede convertirse en una dependencia emocional y económica que afecta al bienestar personal, familiar y financiero.

Un reciente reportaje de Telecinco sobre el impacto emocional de la lotería en 2025 describe cómo muchos jugadores experimentan una creciente ansiedad e irritabilidad antes de los sorteos, especialmente si por algún motivo no pueden participar.

Este fenómeno, identificado como un síndrome de abstinencia emocional, refleja el paso de un juego recreativo a una necesidad compulsiva.

Los expertos señalan que el problema radica en la naturalización del hábito: frases como “solo es un décimo” o “por si acaso toca” funcionan como mecanismos de autojustificación, según explica la Fundación Forum, que ha analizado el aumento de la adicción a apuestas y loterías entre los adultos jóvenes en España.

Cuando el juego deja de ser juego

Uno de los indicadores más tempranos de una posible adicción es la preocupación constante por el juego: pensar en los sorteos, planear futuras compras de boletos o calcular probabilidades se convierte en una actividad diaria.

Tal como recoge Psicología y Mente en su revisión sobre conductas adictivas sin sustancia, esta hiperfocalización activa los mismos circuitos cerebrales que responden ante el consumo de drogas o alcohol.

En esa línea, la plataforma Menteamente destaca que el jugador patológico comienza a aislarse socialmente y a ocultar su comportamiento, evitando hablar del tema con familiares o amigos.

A menudo, se ocultan los gastos reales y se justifican las pérdidas con frases normalizadoras. Esta negación del problema dificulta que el entorno pueda intervenir a tiempo.

El autoengaño y la ocultación del gasto son dos síntomas que se repiten en la mayoría de los casos diagnosticados.

Según 20minutos, que cita datos actualizados de 2025, aproximadamente el 1,5% de la población española presenta ludopatía diagnosticada, mientras que entre un 3% y un 4% está en riesgo de desarrollarla.

Estas cifras, aunque aparentemente bajas, reflejan un problema en expansión debido a la disponibilidad constante de juegos online y al aumento de la publicidad asociada a sorteos y premios instantáneos.

La dopamina: el motor invisible de la adicción

El mecanismo que explica por qué la lotería puede ser tan adictiva se encuentra en el propio cerebro. Cada vez que un jugador compra un décimo o espera los resultados, se activa una liberación de dopamina, el neurotransmisor asociado al placer y la recompensa.

Como explica Psicología y Mente, este efecto se potencia no por ganar, sino por la expectativa de ganar, lo que genera una dependencia emocional más que económica. Con el tiempo, el cerebro comienza a exigir esa dosis constante de anticipación, haciendo que el jugador repita el ciclo incluso cuando pierde dinero.

Según la Mayo Clinic, este mecanismo neurológico es el mismo que interviene en adicciones como la comida, el sexo o las redes sociales. La persona no busca tanto el resultado como la sensación previa al posible éxito, lo que explica por qué el impulso de jugar puede volverse incontrolable.

Las consecuencias invisibles: aislamiento, deuda y deterioro emocional

La adicción a la lotería suele ser menos visible que otras formas de ludopatía, precisamente porque se asocia a un tipo de juego “seguro” y de baja inversión. Sin embargo, sus efectos pueden ser igual de devastadores.

El aislamiento progresivo es uno de los síntomas más habituales, tal como indica Menteamente: los jugadores reducen su vida social, pierden interés en actividades que antes disfrutaban y experimentan un aumento de la culpa y la ansiedad. Este comportamiento puede derivar en problemas familiares, pérdida de confianza y tensiones económicas.

A menudo, el jugador intenta recuperar las pérdidas mediante nuevas apuestas, un fenómeno conocido como “efecto persecución”. Esto genera un círculo vicioso en el que la persona se endeuda o incluso recurre a préstamos personales para seguir jugando. Los expertos advierten que, sin intervención, este ciclo tiende a intensificarse con el tiempo.

Cómo detectar las señales y actuar a tiempo

Reconocer los síntomas de la adicción a la lotería en sus fases iniciales puede marcar la diferencia entre un problema reversible y una dependencia consolidada.

Los especialistas de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR) recomiendan prestar atención a señales como:

  • Irritabilidad o ansiedad antes de un sorteo.
  • Negación o minimización del gasto real en décimos.
  • Aislamiento social o desinterés por otras actividades.
  • Problemas financieros recurrentes sin explicación clara.

Si alguna de estas conductas está presente, la FEJAR aconseja buscar ayuda profesional inmediata. Las terapias cognitivo-conductuales, combinadas con grupos de apoyo, se han mostrado altamente eficaces para romper la dependencia emocional y restaurar la estabilidad psicológica del afectado.

En paralelo, entidades médicas como la Mayo Clinic destacan la importancia de tratar la adicción desde una perspectiva integral, que incluya tanto el componente psicológico como el familiar y financiero, ya que la recuperación completa requiere un abordaje multidisciplinar.

Más allá de los datos clínicos, la adicción a la lotería es también un fenómeno social. En un contexto donde la ilusión de ganar está profundamente arraigada en la cultura popular, resulta difícil cuestionar la normalidad del hábito.

Sin embargo, como recuerdan los psicólogos entrevistados por Telecinco, reconocer la diferencia entre entretenimiento y dependencia es esencial para prevenir daños mayores.

La línea que separa ambos comportamientos puede ser sutil, pero sus consecuencias son muy distintas. Detectar a tiempo la ansiedad previa, la irritabilidad tras perder o el impulso por comprar “un décimo más” puede ser la clave para evitar una espiral autodestructiva.

La buena noticia, según la Fundación Forum, es que la adicción a la lotería tiene solución cuando se actúa de forma temprana. Con la ayuda adecuada, la mayoría de los jugadores problemáticos logran recuperar su equilibrio emocional y su estabilidad económica en menos de un año de tratamiento.