El enigma de la piedra negra islámica

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Es uno de los lugares mágicos que más atracción despierta. Se encuentra en Arabia Saudí y es uno de los lugares más sagrados para los musulmanes: la Gran Mezquita de La Meca.

La Kaaba es un edificio sordo en forma de cubo que tiene unas dimensiones de 12 metros de largo por 9 de ancho y 15 de alto. Es -como se ha indicado- el lugar más sagrado para los musulmanes y hacia donde los fieles del Islam vuelven sus miradas. Se hecho uno de los puntos neurálgicos de su ley es visitar La Meca al menos una vez en la vida.

Se le confiere un carácter sagrado ya que allí mismo es donde la tradición nos cuenta que Mahoma destruyó los ídolos que antaño se veneraban.

El que peregrina a La Meca tiene al menos que dar siete vueltas alrededor de la Kaaba mientras que hay un precepto que se repute una y otra vez: «No hay más Dios que Alá».

Decía que era un edificio sordo pues está completamente vacío, no hay nada en su interior, lo único que tiene y llama la atención es en un ángulo que está tomado por la sagrada Piedra Negra, venerada y que los fieles islamistas tratan de tocar y besar.

La Piedra Negra vendría a ser una roca de color rojo intenso en su día y que se correspondería con un aerolito que cayó en el lugar y fue tomado por una señal divina, del mismo Alá. Es, posiblemente, de basalto, ágata o rica en hierro, tiene 30 centímetros y está ubicada a un metro y medio del suelo.

Durante un incendio en el año 683 la piedra, producto del sofocante calor, se rompió y se unieron los trozos por un marco de plata y clavos en la piedra. En el año 930 fue robada por los cármatas (una secta) que dos décadas después la devolvió.

La tradición religiosa nos habla de la Piedra Negra como un sagrado presente entregado a Ismael por el arcángel Gabriel (en otras tradiciones se habla de Abraham) y que tendría el simbolismo de ser el mismo centro de la Tierra siendo su color oscuro los pecados del ser humano. También está racionada al Paraíso Terrenal (que algunos expertos han ubicado en la confluencia del Tigris y el Eufrates en la zona de Irán) como una reliquia de tiempos de Adam y Hawa (Eva) siendo llamada como la «Piedra del Paraíso».

Una hermosa historia tejida con los hilos de la leyenda religiosa para un lugar donde, dice, el espíritu se reconforta.