
La Paradoja de Parrondo y las máquinas tragaperras markovianas

Existen fenómenos que son difíciles de explicar y que se pueden aplicar a los juegos de azar, fenómenos que desafían a la lógica y que ponen un punto de curiosidad. Uno de ellos es el denominado como “Paradoja de Parrondo”.
La “Paradoja de Parrondo” nos dice que dos estrategias que son perdedoras pueden, por paradójico que resulte, dar ganancias si se combinan de la forma oportuna.
No es un principio nuevo, es un concepto que ya formuló el físico del que toma su nombre, Juan Parrondo, a finales de los años 90 del pasado siglo XX. Esta paradoja se puede aplicar a distintos campos de la economía, pero también se puede hacer extensivo a otros como la biología y otros sectores.
Plantea la perspectiva que en las máquinas tragaperras se pueden aplicar la misma y resulta interesantes, pero tienen que ser en las tragaperras markovianas, que son dispositivos de juego que tienen un sistema de juego que se basa en probabilidades dependientes de lo que es el estado previo. Aunque una máquina tragaperras se rige por el simple azar hay un estudio de patrones de probabilidad que nos indica que, en ciertos casos, las estrategias podrían alterar el comportamiento del juego a largo plazo.
¿En qué consiste la “Paradoja de Parrondo”?
No es sencillo explicar esta paradoja pero imaginemos que tenemos dos juegos distintos, los dos están diseñados con unas reglar que permiten, que a largo plazo, el jugador pierda dinero –poco o mucho-. Estos juegos suelen combinarse de forma específica que, alternándolos, en una determinada secuencia, puede generar resultados positivos.
Es un principio análogo a lo que puede suceder en finanzas o en diferentes sistemas que van desde cambios estratégicos y que pueden hacer que determinadas tendencias adversas reviertan. La clave de todo ello radica en la forma en la que interactúan lo juegos y en la variabilidad que se ha introducido por lo que es la alternancia que modifica la dinámica general del sistema.
La “Paradoja de Parrondo” tiene una base en lo que se conoce como efecto de ratchet o trinquete, por el que un sistema puede moverse al azar pero que termina desplazándose en una dirección específica ocasionada todo ello por la forma en que se combinan sus elementos.
La relación con las máquinas tragaperras markovianas
Las máquinas tragaperras modernas, en especial aquellas que funcionan bajo el sistema de cadenas de Markov, se ofrecen para el estudio de esta paradoja. La cadena de Markov se trata de un complejo modelo matemático en el que el estado futuro de un sistema está en función y depende de su estado actual, sin tener en cuenta posiciones pasadas.
En el ámbito de las tragaperras nos dice que cada giro dependerá de ciertas configuraciones establecidas previas del juego, de esta forma lo que se introducen son patrones probabilísticos que son susceptibles de ser analizados matemáticamente.
Las máquinas tragaperras son diseñadas para que siempre la casa tenga ventaja a largo plazo. Lo que la “Paradoja de Parrondo” nos dice es que en determinadas circunstancias la combinación de estrategias puede alterar lo que es la expectativa del jugador.
Los casinos de todo el mundo toman medidas para evitar esto pero lo cierto es que el modelo nos lleva a comprender mejor lo que son las leyes de la suerte, la dinámica del azar y lo que es la implementación de estrategias en los juegos de probabilidad.
Más allá del azar: economía, biología e inteligencia artificial
Esta paradoja tuvo un gran impacto en el ámbito del juego pero también en otros sectores como en la economía donde se aplica para analizar como políticas que son, aparentemente, negativas, pueden llegar a, en determinadas circunstancias, generar un crecimiento económico.
En otro campo, en el de la biología, se utiliza para estudiar la evolución de especies y los procesos de adaptación.
En la IA, inteligencia artificial, también se aplica para analizar la toma de decisiones automatizada, es una forma en la que la “Paradoja de Parrondo” ha sido utilizada a fin de optimizar algoritmos que precisan de tener equilibrios entre decisiones arriesgadas y seguras.
Aunque la paradoja de Parrondo nos dice que es posible convertir estrategias perdedoras en ganadoras los sistemas diseñados para el azar —como los juegos de casino— están, normalmente, programados con el objetivo de minimizar la posibilidad de aprovecharse del mismo.
Pero nos permite entender mejor cómo las matemáticas tienen influencia en fenómenos aparentemente aleatorios así como también la teoría de juegos sigue incentivando la percepción del ser humano sobre la suerte y la estrategia.