Si hay un enigma en la América precolombina que llama la atención y despierta de curiosidad de historiadores, arqueólogos y amantes de la Historia es, sin dudas, el eterno misterio de las denominadas como «Pistas de Nazca». Se trata de un impresionante conjunto de dibujos en el suelo, de dimensiones colosales, que se llaman geoglifos y que encontramos en pleno desierto nazcuense.
Nunca se supo bien que podían ser y se especuló mucho con su utilidad y función que dio lugar a diferentes teorías como la de un pretendido calendario astronómico, un sistema de medición de tiempo, un complejo de dibujos rituales en honor de los dioses o, más osadamente, aquella que esbozó Erich von Däniken en el libro «Recuerdos del Futuro» y que hablaba de un pretendido «aeropuerto de lo dioses» muy del gusto de la época de su exitosa obra literaria.
Pero no, parece que todo ello no es más que una fabulación o hipótesis incorrectas pues tras muchos estudios, en el que ha sido necesario recopilar 3750 imágenes vía satélite creando un «panal» de 75 filas y 50 columnas en una superficie total de 2500 kilómetros cuadrados. Cada geoglifo, línea y estructura de la zona se ha investigado profundamente comparándose con datos cartográficos del Departamento de Ica llegándose a una interesante conclusión.
Ha sido el español Carlos Enrique Hermida García, director de diseño en Ingeniería, el que parece haber encontrado su función definitiva en una estudio que será presentado el próximo mes de febrero junto a su equipo en lo que se puede constituir como «uno de los mayores descubrimientos del mundo de la arqueología a nivel internacional» puesto que “no sólo hemos desvelado el misterio con numerosas y contundentes pruebas, sino que también hemos descubierto un sistema que puede salvar millones de vidas en todo el mundo”. El equipo está formado por el propio Carlos E. Hermida, el coautor principal es el investigador peruano Luis Cabrejo, la turismóloga y doctora en Historia del Arte Ana Mafé García y el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Xosé Manuel Carreira Rodríguez.
Técnica preinca
Como información avanzada cabe decir que las Líneas de Nazca son en realidad más que amplio sistema de canales para el riego en todo el territorio que es, en su mayoría, un árido desierto. Para llevar a cabo dicha investigación mediante métodos de ingeniería civil que ha descubierto que en realidad son el referido complejo sistema de canales para el riego siguiendo una técnica preinca ya conocida como cosechas de agua.
Este importante descubrimiento marcaría un antes y un después en todo lo que se sabe del yacimiento arqueológico de Perú, unos enormes geoglifos que se podría decir son el principal atractivo turístico de la zona y uno de los más destacados del país.
La presentación de este descubrimiento será en el VII Congreso Internacional Científico Profesional de Turismo Cultural, el mejor del sector en toda Europa, dirigido por la Dra. y Catedrática Mª Genoveva Millán Vázquez de la Torre, que será -debido a la pandemia- a nivel online los próximos días 17, 18 y 19 de febrero desde la ciudad andaluza de Córdoba bajo la ponencia «Turismo Arqueológico en Perú: las Líneas de Nazca como sistema de riego para mega cosechas de agua«.
El concept de las Líneas de Nazca dará un giro inesperado para entenderse como un sistema de gestión del agua para el riego de vastas extensiones del desierto, que era un bien preciado en este seco punto del planeta, y que se luchaba denodadamente por controlarla y aprovecharla bajo unas unas condiciones de humedad muy variables.
Todo esto tiene una relación directo con el proyecto Salvar Nazca que une a profesionales e investigadores en trabajos que se extienden por casi una década en el área en la que se encuentran las Pampas de Jumana en el desierto de Nazca.